Riqueza potencial de la nación, trabajo nativo pagado por antiguos salarios, extensión de impuestos, privilegios económicos y tolerancia gubernamental fueron los factores que propiciaron que el auge de la industria extranjera explotara el petróleo en México.
Hasta que en 1924 los trabajadores cansados de las represiones y las pésimas condiciones de trabajo le piden comenzar una lucha para lograr ser escuchados y tratados igualmente. A pesar de los problemas causados por la escasez de petróleo debido a las huelgas implementadas, esta lucha fue bien vista por el presidente de aquel entonces el Ing. Lázaro Cárdenas del Río y por el pueblo de México, así lo expresó la regidora de nomenclatura, Lidia Peraza Perera al inicio de la ceremonia llevada a cabo en el parque Independencia con motivo del LXXII aniversario de la Expropiación Petrolera.
Continuó: lo que nunca imaginaron fue que este valiente impulso haría recuperar uno de los mayores tesoros de México
Esto llevó al Gral. Lázaro Cárdenas a tomar una importante decisión expresando un discurso destacando que es importante e ineludible instar una medida definitiva y legal para acabar con este estado de cosas
Así la noche del 18 de marzo de 1938 el Gral. Cárdenas declara la expropiación mediante la cual la riqueza petrolera hasta entonces en manos de las compañías extranjeras se vuelven propiedad de la nación mexicana.
Las emotivas frases y la valiente decisión del general Cárdenas tuvieron un eco en la mente y en el corazón de los mexicanos y pese a que fueron momentos difíciles para el país por el bloqueo extranjero, el embargo comercial y que se agotaban las reservas de gasolina el 23 de marzo se reunieron miles de personas de todas las clases sociales en una enorme manifestación de apoyo a la medida de indemnización por parte del presidente a las empresas que habían sido expropiadas.
Para muchos significaba la expropiación un sacudimiento del imperialismo que por tanto tiempo había saqueado a México impidiéndole confiar en su propia fuerza y capacidad.
72 años después no podemos de dejar de reconocer la labor del Gral. Cárdenas y miles de hombres sin nombre ni rostro que se arriesgaron por proteger la soberania de nuestra nación.
Hasta que en 1924 los trabajadores cansados de las represiones y las pésimas condiciones de trabajo le piden comenzar una lucha para lograr ser escuchados y tratados igualmente. A pesar de los problemas causados por la escasez de petróleo debido a las huelgas implementadas, esta lucha fue bien vista por el presidente de aquel entonces el Ing. Lázaro Cárdenas del Río y por el pueblo de México, así lo expresó la regidora de nomenclatura, Lidia Peraza Perera al inicio de la ceremonia llevada a cabo en el parque Independencia con motivo del LXXII aniversario de la Expropiación Petrolera.
Continuó: lo que nunca imaginaron fue que este valiente impulso haría recuperar uno de los mayores tesoros de México
Esto llevó al Gral. Lázaro Cárdenas a tomar una importante decisión expresando un discurso destacando que es importante e ineludible instar una medida definitiva y legal para acabar con este estado de cosas
Así la noche del 18 de marzo de 1938 el Gral. Cárdenas declara la expropiación mediante la cual la riqueza petrolera hasta entonces en manos de las compañías extranjeras se vuelven propiedad de la nación mexicana.
Las emotivas frases y la valiente decisión del general Cárdenas tuvieron un eco en la mente y en el corazón de los mexicanos y pese a que fueron momentos difíciles para el país por el bloqueo extranjero, el embargo comercial y que se agotaban las reservas de gasolina el 23 de marzo se reunieron miles de personas de todas las clases sociales en una enorme manifestación de apoyo a la medida de indemnización por parte del presidente a las empresas que habían sido expropiadas.
Para muchos significaba la expropiación un sacudimiento del imperialismo que por tanto tiempo había saqueado a México impidiéndole confiar en su propia fuerza y capacidad.
72 años después no podemos de dejar de reconocer la labor del Gral. Cárdenas y miles de hombres sin nombre ni rostro que se arriesgaron por proteger la soberania de nuestra nación.
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