imágenes del gremio de mestizos de San Sebastián, con motivo de la tradicional fiesta de Nuestra Señora de la Asunción.
Al gremio “La Esperanza Católica” fue invitado el diputado electo Francisco Torres Rivas por Marcelo Sanguinetti, quien ha sido presidente de este gremio por 21 años.
La fiesta anual, que se celebra del 23 de julio al 15 de agosto, inició con “la bajada” de la imagen de la Virgen de la Asunción de su nicho para colocarla en el altar principal.
El barrio de San Sebastián es uno de los más antiguos y de mayor tradición en Mérida, que por encontrarse en su época colonial en cierto abandono y a “espaldas” de la ciudad, desarrolló un carácter distinto al de los demás de la urbe.
Como cada año, las embajadoras de “La Esperanza Católica de San Sebastián”, que este año cumple 80 años de su fundación, entraron en procesión con los monaguillos, ministros de la Eucaristía y el sacerdote.
La procesión inició en la calle 77 por 74 y 76 y concluyó en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, acompañado por la banda de guerra del Colegio Mesoamericano y más de 120 familias que conforman el gremio, amigos, familiares e invitados.
En la iglesia, los ministros de la Eucaristía junto con los adoradores se dispusieron a “bajar” la imagen de la Virgen de la Asunción de su nicho para enseguida colocarla en un altar preparado para la fiesta en su honor. El sacerdote incensó la sagrada imagen, encabezó las oraciones y bendijo a los presentes.
Las actividades programadas en esta festividad son entradas y salidas de gremios; visitas de la sagrada imagen a los centros pastorales y la tradicional vaquería hoy por la noche. Para mañana está prevista una cabalgata.
La iglesia de San Sebastián fue uno de los primeros templos católicos de la ciudad en ser restaurado y embellecido mediante iluminación arquitectónica a cargo del Gobierno del Estado.
El ex secretario de Obras Públicas del Estado, Francisco Torres Rivas, hoy diputado local electo, recibió el reconocimiento de los vecinos mientras recorrían las calles ataviados con el traje regional yucateco y una gran gama de colores en los estandartes y las cintas del tradicional baile “La cabeza del cochino”.