A mi Madre María de la Luz Juárez Quiñones, q.e.p.d.
A quien Dios la tenga en su Santa Gloria.
Con emoción y regocijo, con toda emoción, en este hermoso día, permítaseme transmitir, un cordial saludo y el más profundo y afectuoso reconocimiento al ser más querido de todos los mexicanos: LA MADRE.
Todos los ciudadanos tenemos la obligación moral de inculcar en el Alma tierna de nuestros hijos y de los niños y jóvenes mexicanos, el respeto y la devoción por sus progenitoras.
Hoy es un gran día. Deseamos de todo corazón rendir a esos seres santos, entre las cuales se encuentra mi esposa Cristina y mi madre María de la Luz Juárez, quien falleció el 13 de diciembre de 2004.
Amigos míos y estimados lectores, nunca olviden que, desde que nacimos, la madre se convierte en nuestro ángel de la guarda, siempre velando por nuestro bienestar.
Cuando niños nos cambian, bañan, y cuidan nuestro sueño. Ella siempre vela cuando estamos enfermos y se pasa la noche preocupada sin dormir, pendientes de darnos la medicina que puede aliviarnos, es feliz cuando nos ve sanos jugando por toda la casa.
Por todo lo que ella hace, poco hacemos con dedicarles sólo un día, poco le devolvemos con palabras bonitas y con cantos alegres por el amor que nos prodiga. No debemos conformamos con un día, una madre merece que todos los días sean para ella.
Tú has hecho de nosotros lo que somos. Tus consejos sensatos y enseñanzas lógicas nos han orientado hacia normas de honestidad que tienen como meta el bien familiar y común, legado moral que alimenta el progreso de los pueblos.
MADRES PROGRESEÑAS: Cualquier alabanza que pueda brotar de nuestros corazones, será un reflejo pálido de lo que hoy reciben de sus hijos. Acepten este pequeño homenaje saturado de amor y candor, como un tributo permanente a los sacrificios y a la sublime abnegación de todas ustedes.
MUCHAS FELICIDADES EN SU DÍA.
Progreso, Yucatán, mayo de 2010.
A t e n t a m e n t e
Lic. Freddy Castillo Juárez.
A quien Dios la tenga en su Santa Gloria.
Con emoción y regocijo, con toda emoción, en este hermoso día, permítaseme transmitir, un cordial saludo y el más profundo y afectuoso reconocimiento al ser más querido de todos los mexicanos: LA MADRE.
Todos los ciudadanos tenemos la obligación moral de inculcar en el Alma tierna de nuestros hijos y de los niños y jóvenes mexicanos, el respeto y la devoción por sus progenitoras.
Hoy es un gran día. Deseamos de todo corazón rendir a esos seres santos, entre las cuales se encuentra mi esposa Cristina y mi madre María de la Luz Juárez, quien falleció el 13 de diciembre de 2004.
Amigos míos y estimados lectores, nunca olviden que, desde que nacimos, la madre se convierte en nuestro ángel de la guarda, siempre velando por nuestro bienestar.
Cuando niños nos cambian, bañan, y cuidan nuestro sueño. Ella siempre vela cuando estamos enfermos y se pasa la noche preocupada sin dormir, pendientes de darnos la medicina que puede aliviarnos, es feliz cuando nos ve sanos jugando por toda la casa.
Por todo lo que ella hace, poco hacemos con dedicarles sólo un día, poco le devolvemos con palabras bonitas y con cantos alegres por el amor que nos prodiga. No debemos conformamos con un día, una madre merece que todos los días sean para ella.
Tú has hecho de nosotros lo que somos. Tus consejos sensatos y enseñanzas lógicas nos han orientado hacia normas de honestidad que tienen como meta el bien familiar y común, legado moral que alimenta el progreso de los pueblos.
MADRES PROGRESEÑAS: Cualquier alabanza que pueda brotar de nuestros corazones, será un reflejo pálido de lo que hoy reciben de sus hijos. Acepten este pequeño homenaje saturado de amor y candor, como un tributo permanente a los sacrificios y a la sublime abnegación de todas ustedes.
MUCHAS FELICIDADES EN SU DÍA.
Progreso, Yucatán, mayo de 2010.
A t e n t a m e n t e
Lic. Freddy Castillo Juárez.
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