El próximo domingo 12 de junio es el día internacional contra la explotación laboral infantil, es un día para reflexionar acerca de la realidad que muchas niñas y niños viven y las alternativas de solución ante este problema.
Un niño que trabaja pierde su posibilidad de disfrutar su infancia y arruina la posibilidad de tener un futuro mejor, pues al no acceder a una educación adecuada padecerá las consecuencias en toda su vida adulta.
En 2010 la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia y el Observatorio Regulador de los Derechos de las niñas, niños y adolescentes se dieron a la tarea de llevar a cabo un diagnóstico que nos permitiera saber el número aproximado de niñas, niños y adolescentes que trabajan en cruceros, avenidas y espacios cerrados en la Ciudad de Mérida.
Dicho monitoreo se realizó durante 20 días en tres turnos (matutino, vespertino y nocturno) y arrojó lo siguiente:
Se identificaron 206 niñas, niños y adolescentes, de los cuales 104 fueron identificados en el turno matutino, 91 en el vespertino y 11 en el nocturno.
De acuerdo al conteo la actividad más característica son los vendedores de flores, siendo las edades más frecuentes de los niños entre los 10 y 16 años.
Cuestión positiva es que no se encontraron niños de la calle, es decir niños que vivan en la calle como sucede en otros estados de la República como el Estado de México ó el Distrito Federal, donde existen niños que viven debajo de puentes o en parques.
Los niños y niñas identificados guardan contacto con su familia y en la gran mayoría salen a trabajar para apoyar económicamente a sus familias.
Como situación aparte tenemos los niños y las niñas de otros Estados, en lo particular de Chiapas y Oaxaca, que vienen de sus estados acompañados por adultos a vender diferentes productos, sobre todo en época de vacaciones.
Un niño que trabaja pierde su posibilidad de disfrutar su infancia y arruina la posibilidad de tener un futuro mejor, pues al no acceder a una educación adecuada padecerá las consecuencias en toda su vida adulta.
En 2010 la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia y el Observatorio Regulador de los Derechos de las niñas, niños y adolescentes se dieron a la tarea de llevar a cabo un diagnóstico que nos permitiera saber el número aproximado de niñas, niños y adolescentes que trabajan en cruceros, avenidas y espacios cerrados en la Ciudad de Mérida.
Dicho monitoreo se realizó durante 20 días en tres turnos (matutino, vespertino y nocturno) y arrojó lo siguiente:
Se identificaron 206 niñas, niños y adolescentes, de los cuales 104 fueron identificados en el turno matutino, 91 en el vespertino y 11 en el nocturno.
De acuerdo al conteo la actividad más característica son los vendedores de flores, siendo las edades más frecuentes de los niños entre los 10 y 16 años.
Cuestión positiva es que no se encontraron niños de la calle, es decir niños que vivan en la calle como sucede en otros estados de la República como el Estado de México ó el Distrito Federal, donde existen niños que viven debajo de puentes o en parques.
Los niños y niñas identificados guardan contacto con su familia y en la gran mayoría salen a trabajar para apoyar económicamente a sus familias.
Como situación aparte tenemos los niños y las niñas de otros Estados, en lo particular de Chiapas y Oaxaca, que vienen de sus estados acompañados por adultos a vender diferentes productos, sobre todo en época de vacaciones.
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