Atraídos por el buen tiempo que prevaleció, a pesar de que hay norte anunciado, una gran cantidad de visitantes acudieron este jueves al malecón a recibir el año nuevo, rematando así sus festejos del pasado mes decembrino primero con la noche buena y navidad y ahora ya de un nuevo año
Desde temprana hora se empezó a notar el arribo de los visitantes locales y nacionales.
Por ello en algunos momentos se sentía algo de fresco, pero no le importó a los visitantes por lo que el sitio lució con mucho movimiento.
Tal vez para pasear mucho este año, y haciendo eco de las tradiciones numerosos paseantes llegaron al lugar desde temprano y conforme pasaba el tiempo se veía el arribo de mas turistas, cabe citar que quienes llegaban al boulevard se dieron a la tarea de recorrer la playa por diversos puntos, además de que hubo aventados que se dieron hasta sus baños de mar a pesar de que el agua estaba un poco helada, otros durmieron en la arena para reponerse algo de la mala noche a causa de las festividades.
También se observó, el arribo de los vendedores ambulantes que esperaban tener buenas ventas y los restaurantes abrieron sus puertas, para atender a los comensales.
A puerto arribaron varias excursiones, y los camiones daban su vuelta de rigor por toda la avenida, se iban a la playa, recorrían el bulevar y se metían a comer en los restaurantes, pescaderías y demás lugares destinados para ello
Desde temprana hora se empezó a notar el arribo de los visitantes locales y nacionales.
Por ello en algunos momentos se sentía algo de fresco, pero no le importó a los visitantes por lo que el sitio lució con mucho movimiento.
Tal vez para pasear mucho este año, y haciendo eco de las tradiciones numerosos paseantes llegaron al lugar desde temprano y conforme pasaba el tiempo se veía el arribo de mas turistas, cabe citar que quienes llegaban al boulevard se dieron a la tarea de recorrer la playa por diversos puntos, además de que hubo aventados que se dieron hasta sus baños de mar a pesar de que el agua estaba un poco helada, otros durmieron en la arena para reponerse algo de la mala noche a causa de las festividades.
También se observó, el arribo de los vendedores ambulantes que esperaban tener buenas ventas y los restaurantes abrieron sus puertas, para atender a los comensales.
A puerto arribaron varias excursiones, y los camiones daban su vuelta de rigor por toda la avenida, se iban a la playa, recorrían el bulevar y se metían a comer en los restaurantes, pescaderías y demás lugares destinados para ello
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