Como ya es una costumbre en el puerto, la noche del miércoles 31, ultimo día del 2008, cientos de personas llevaron a cabo la quema de sus años viejos, otros reventaron voladores, unos mas lo anunciaron con hiladas y otros con petardos anunciaron la llegada del 2009
Lo que si fue una realidad, es que a pesar de que había restricción para la venta de jugetes elaborados a base de pólvora, esto pareció no surtir efecto, pues la presencia de estos en las calles así lo demuestra.
Por eso, desde que cayó la noche este miércoles, era común escuchar que se reventaban las famosas bombitas, los barrapies, y se observaban en las esquina y en las casas a grupos de pequeños que se divertían con las ya tradicionales luces de bengala. o cerillitos, jugando así con los amiguitos , con los primos o bien con los hijos de la visita que llegó a la casa pues hubo previa invitación a la cena de año nuevo.
Pero sin lugar a dudas el paroxismo se vivió a las 12 de la noche en que por diversos rumbos de la ciudad, se observó a cientos de muñecos llamados “años viejos” ser consumidos por las llamadas, a la vez que dejaban tronar todo lo que traían en su interior.
Uno de los muñecos que más llamó la atención como ya es costumbre por el tiempo que duró la tronadera de sus juegos de pirotecnia y que se hace con el apoyo de los vecinos, fue el que realizó el señor Emilio Basto Loo, el doctor Eloy Alcalá, quien ya lleva varios años en esta practica de hacer sus muñecos y prenderles fuego a las 12 de la noche, con lo que se anuncia la entrada de un año y el término de otro.
El monigote de las familias Sánchez Nah y Lara Nah también lució por la gran cantidad de luces de bengala que reventó y por que miembros de la familia a las 12 de al noche reventaron 12 voladores y varias cadenetas.
Lo que si fue una realidad, es que a pesar de que había restricción para la venta de jugetes elaborados a base de pólvora, esto pareció no surtir efecto, pues la presencia de estos en las calles así lo demuestra.
Por eso, desde que cayó la noche este miércoles, era común escuchar que se reventaban las famosas bombitas, los barrapies, y se observaban en las esquina y en las casas a grupos de pequeños que se divertían con las ya tradicionales luces de bengala. o cerillitos, jugando así con los amiguitos , con los primos o bien con los hijos de la visita que llegó a la casa pues hubo previa invitación a la cena de año nuevo.
Pero sin lugar a dudas el paroxismo se vivió a las 12 de la noche en que por diversos rumbos de la ciudad, se observó a cientos de muñecos llamados “años viejos” ser consumidos por las llamadas, a la vez que dejaban tronar todo lo que traían en su interior.
Uno de los muñecos que más llamó la atención como ya es costumbre por el tiempo que duró la tronadera de sus juegos de pirotecnia y que se hace con el apoyo de los vecinos, fue el que realizó el señor Emilio Basto Loo, el doctor Eloy Alcalá, quien ya lleva varios años en esta practica de hacer sus muñecos y prenderles fuego a las 12 de la noche, con lo que se anuncia la entrada de un año y el término de otro.
El monigote de las familias Sánchez Nah y Lara Nah también lució por la gran cantidad de luces de bengala que reventó y por que miembros de la familia a las 12 de al noche reventaron 12 voladores y varias cadenetas.
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