Aunque la ciudad y sus colonias lucían semidesiertas a causa de los estragos de la fiesta de la noche buena, las cosas fueron diferentes en el malecón ya que atraídos por el buen tiempo, una gran cantidad de “turismo nacional” acudió a ese sitio a reponerse de la pachanga, reforzados por los turistas locales llegaron al sito inyectándole vida.
A pesar de que se había pronosticado que iba a haber fresco a causa de un leve norte que afecta la zona, esto no fue así, ya que amaneció con clima agradable, lo que dio paso que la gente llegue a la playa, razón por la que por lo que el sitio lució alegre.
Cabe citar que numerosos paseantes acudieron al malecón desde temprano quienes se dieron a la tarea de recorrer la playa por diversos puntos, además de que hubo mas de un aventado que se dio su baños de mar a pesar de que el agua estaba fría.
En este sitio según se dijo por uno de los meseros que ahí laboran desde las 10 horas, los paseantes degustaban sus platillos, dándole un toque de fiesta al sitio.
A lo largo de todo el malecón, se observó a grupos de personas parejas y bellas jóvenes en sus trajes de baño, regalando tacos de ojo a los caballeros, y mirones que acudían al lugar y también fue común observar a familias enteras dar un paseo por el lugar, aprovechado que no había nada que hacer.
A pesar de que se había pronosticado que iba a haber fresco a causa de un leve norte que afecta la zona, esto no fue así, ya que amaneció con clima agradable, lo que dio paso que la gente llegue a la playa, razón por la que por lo que el sitio lució alegre.
Cabe citar que numerosos paseantes acudieron al malecón desde temprano quienes se dieron a la tarea de recorrer la playa por diversos puntos, además de que hubo mas de un aventado que se dio su baños de mar a pesar de que el agua estaba fría.
En este sitio según se dijo por uno de los meseros que ahí laboran desde las 10 horas, los paseantes degustaban sus platillos, dándole un toque de fiesta al sitio.
A lo largo de todo el malecón, se observó a grupos de personas parejas y bellas jóvenes en sus trajes de baño, regalando tacos de ojo a los caballeros, y mirones que acudían al lugar y también fue común observar a familias enteras dar un paseo por el lugar, aprovechado que no había nada que hacer.
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