Como parte de las actividades culturales en diversos municipios, el Festival Independiente de la Cultura Maya “Cha’anil kaaj” realizó en los corredores del Palacio Municipal de Tzucacab una ceremonia del jeets meek, la antigua ceremonia para presentar al bebé a las dioses mayas, que todavía realizan las familias mayas.
Previo al acto ceremonial, en la mesa se colocaron las semillas tostadas de la calabaza xtop (calabaza de pepita gruesa), el k’aa o pinole, derivado del maíz tostado y molido, que es usado como bebida durante el desayuno o la cena, y también el je’ o huevo.
El xtop simboliza el “brote constante de las ideas creativas” del nuevo integrante de esta comunidad; el k’aa propicie que se acuerde de su identidad y origen; mientras que el je’ le permitirá tener la claridad de los procesos mentales y que siga generando alternativas para salir avante en su formación como ser humano.
Llegado ese momento del jeets meek, concurren todos en la cercanía de la mesa, en el cual se encuentra representada la cruz de los 4 puntos cardinales ó aquella que ha sido producto del sincretismo cultural de nuestro pueblo. La mesa es decorada con motivos propios de esta ocasión, se colocan ramos de flores, servilletas nuevas, que luego serán usadas para el p’o k’ab; vela, incienso, y en un plato estarán las semillas de xtop, el k’aa y el je’.
El presidente municipal, Bernabé Tah Chuc, y su esposa fueron los padrinos. El alcalde fue quien recibió gustosamente al bebé de sus padres y lo cargó en horcajadas durante la primera parte de esta ceremonia.
El público participante se enteró de los pormenores de esta ceremonia maya por medio del equipo de sonido y las cámaras de video y fotográficas hicieron acto de presencia para grabar este importante evento comunitario.
Durante la ceremonia, el padrino dio al niño pequeñas porciones del k’aa, xtop y el je’, mientras caminaba alrededor de la mesa, haciendo 9 vueltas del lado derecho; otras nueve veces hizo la madrina, del lado izquierdo.
Estas vueltas están relacionadas con el cierre del círculo o el amarre (“kaa k’axik) y la apertura del mismo o desamarrar (kaa wachi’ik), que representan el equilibro o el ciclo de la vida, que nada es eterno. Todo lo que inicia tiene una conclusión en la vida.
El jeets meek concluye cuando los padrinos le muestran al niño el uso del machete, coa, sembrador o la computadora (en este caso debido a la modernidad) y en esta ocasión incluyó hasta un tunkul.
Durante la ceremonia, ambas familias realizan plegarias a los dioses mayas sobre este nuevo acontecimiento. Finalmente, la persona que apadrinó al bebé hace la entrega formal a sus progenitores y los padres lavan las manos de sus nuevos compadres con agua entremezclada con hojas de ruda y les secan las manos con las servilletas nuevas. Este acto se llama “p’o k’ab” y se realiza con la finalidad de que en ambas familias predomine el respeto y cada quien cumpla con los compromisos adquiridos.
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