martes, 10 de diciembre de 2013

“Con la Virgen María de Guadalupe somos una familia”.

Mensaje de la parroquia a la comunidad de Progreso por la fiesta en honor a la Santísima Virgen de Guadalupe.

La parroquia de la Purísima Concepción y San José de Progreso se une a la gran fiesta en honor a la santísima Virgen de Guadalupe. Fiesta muy importante para toda la Iglesia Católica y muy especialmente para todos nosotros que somos mexicanos.
Es por eso que llenos de alegría por este acontecimiento queremos dirigir unas cuantas palabras a esta nuestra comunidad de Progreso:
Iniciando esta reflexión sobre la fiesta de la Virgen de Guadalupe este 12 de diciembre es de llamar la atención la cantidad de gente que está demostrando su devoción a la morenita del Tepeyac. Ante esta muestra masiva de amor y devoción es de suponer que todos comprendemos y conocemos el mensaje que la santísima Virgen de Guadalupe dejó a San Juan Diego.
“Juanito: el más pequeño de mis hijos, yo soy la siempre Virgen María, Madre del verdadero Dios, por quien se vive. Deseo vivamente que se me construya aquí un templo, para en él mostrar y prodigar todo mi amor, compasión, auxilio y defensa a todos los moradores de esta tierra…”.
Estas fueron las palabras que la Virgen de Guadalupe dijo a San Juan Diego un sábado 12 de diciembre de 1531…
Palabras que resuenan en nuestras mentes y que este 12 de diciembre hacemos presente. Pues aunque fueron palabras que se dijeron hace 482 años para nosotros siguen siendo actuales.
Actuales… ¿por qué? Quien el día de hoy no necesita de Amor, compasión, ayuda y protección ante este mundo muchas veces superficial y consumista. Un mundo en el cual los hombres y las mujeres se están volviendo egoístas, incapaces de perdonar y sí de llevar a cuestas resentimientos y odios para con sus hermanos.
La Virgen de Guadalupe viene entonces a hacer presente el Amor misericordioso de su Hijo Jesús, el cual perdona todos nuestros pecados y nos anima a seguir en nuestra vida siempre hacia adelante. Ella nos viene a enseñar y a mostrar al verdadero Dios por quien se vive, es decir Jesucristo nuestro Señor. 
Nos ofrece además la ayuda de sus oraciones: “….Y a todos los demás amadores míos que me invoquen y en mí confíen; oír allí sus lamentos, y remediar todas sus miserias, penas y dolores”.
Ella es una intercesora por nosotros que está al lado de su Hijo Jesucristo. Es la intercesora que necesitamos, por eso para poder llegar a Jesús tenemos a la santísima Virgen de Guadalupe ¡A Jesús por María!
De ahí que todas nuestras muestras de devoción como son las carreras, novenas, rezos, cantos, aún las mismas camisetas con su imagen, antorchas que se realizan en estos días deben llevarnos no sólo a meras prácticas externas que busquen el aplauso de los demás sino que debe de haber en quienes lo practicamos un compromiso de vida cristiana, no solo de unos días o de cada año, sino de todos los días del año, o sea, toda nuestra vida. De lo contrario al terminar estas fiestas y peregrinaciones solo habrán sido puro ruido y demostración de que somos buenos para organizar cosas para que nos aplaudan pero no para vivir una verdadera devoción.
Por cierto la palabra “devoción” quiere decir “consagrarse” y uno no se consagra sólo para unos días sino para la vida y toda la vida. Es decir, vivir lo que creemos y profesamos en lo cotidiano y en la relación que debe ser fraterna para con los demás.
En nombre de la Jesucristo nuestro Señor, de la Santísima Virgen de Guadalupe y de su Iglesia, les invitamos a participar activamente en sus zonas parroquiales y pequeños grupos vecinales; sobre todo en las misas dominicales pues es ahí mismo donde se hace presente y actual el Verdadero Dios por quien se vive, el Hijo de la Santísima Virgen de Guadalupe, la Palabra de Dios: Cristo nuestro Señor.
Al terminar de leer este mensaje les invitamos a rezar: Dios te salve María…
¡Santa María de Guadalupe, esperanza nuestra: Salva nuestra Patria y conserva nuestra Fe!



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