Cuando se habla de “jóvenes” en política, se nos vienen palabras a la mente como: habilidad, frescura, renovación, actitud, sin embargo también llegan las palabras: decepción, incapacidad, conveniencia, incompetencia y muchas veces “liderazgo” o la ausencia de este.
Primero que nada debemos de saber que muchos de los jóvenes tienen inquietudes, deseos de saber y aprender y esa ideología del cambio, esa misma que nos hace sentir que podemos y “debemos” tomar acciones para transformar todo aquello que nos perturba o incomoda, todo aquello que nos parece injusto, pero sobre todo el hecho de sentir que podemos lograrlo.
Muchas veces esa misma convicción nos lleva a caminos nunca antes experimentados, a experiencias muchas veces frustrantes o decepcionantes, que a muchos los hacen dar marcha atrás a esos ideales y otros muchos “pocos” que siguen en el camino a la realidad.
Esos jóvenes que siguen en la marcha, que luchan día a día, muchas veces hasta con ellos mismos, esos lideres que buscan engrandecer y buscar un espacio para mejorar este país, a todos aquellos que se quedaron en el camino o que siguen en el, podemos llamarles jóvenes de 1A (de primera).
Los jóvenes de 1A son aquellos jóvenes que tienen un compromiso con su patria, con su estado, con la sociedad y con ellos mismos, que trabajan incansablemente por esos ideales, aunque muchas veces decepcionados, siguen en este mundo cada día más banal e inhumano.
Esos jóvenes que piensan, analizan, y buscan las formas y sí las hay, para transformar esta sociedad en un país mejor, en donde la convivencia de los ciudadanos sea mas amable y con bienestar, que los niños que como nosotros fuimos hace unos pocos años puedan vivir en un lugar seguro, en un ambiente de tranquilidad, con mejores oportunidades que las nuestras, que personas como nuestros padres puedan tener mejor futuro y que como ellos algún día, nosotros podamos vivir nuestro periodo de adultez lo mas sanos mental y físicamente posible, tratar de aminorar las preocupaciones sociales, porque los jóvenes de 1A, como bien dicen en los discursos, somos el presente.
Primero lo primero, los jóvenes para poder lograr un cambio, tenemos que empezar por creer en nosotros mismos y en nuestros ideales y defenderlos hasta donde sea posible, y también agarrado de la mano viene el compromiso de juventud, ese compromiso que hermana a todos y cada uno de los ciudadanos del mundo en esta etapa de la vida, en donde el compromiso es saber que podemos “unidos” en una sola voz desde la trinchera que nos corresponda, desde el lugar donde nos encontremos, ser jóvenes visionarios, que sepamos que contamos con el apoyo de todos y cada uno, sin distinción de género, de religión, de clase social o de partido político.
Sabemos que podemos dar el inicio a grandes transformaciones sociales, como muchas veces lo han hecho los grandes líderes de la historia, tal vez no estemos vivos para verlo, pero sabemos que unidos podemos lograrlo, que la experiencia de las personas adultas nos guíe, que la inocencia de la juventud nos anime, que nuestros sueños nos empujen y nuestras ganan nos encaminen.
Primero que nada debemos de saber que muchos de los jóvenes tienen inquietudes, deseos de saber y aprender y esa ideología del cambio, esa misma que nos hace sentir que podemos y “debemos” tomar acciones para transformar todo aquello que nos perturba o incomoda, todo aquello que nos parece injusto, pero sobre todo el hecho de sentir que podemos lograrlo.
Muchas veces esa misma convicción nos lleva a caminos nunca antes experimentados, a experiencias muchas veces frustrantes o decepcionantes, que a muchos los hacen dar marcha atrás a esos ideales y otros muchos “pocos” que siguen en el camino a la realidad.
Esos jóvenes que siguen en la marcha, que luchan día a día, muchas veces hasta con ellos mismos, esos lideres que buscan engrandecer y buscar un espacio para mejorar este país, a todos aquellos que se quedaron en el camino o que siguen en el, podemos llamarles jóvenes de 1A (de primera).
Los jóvenes de 1A son aquellos jóvenes que tienen un compromiso con su patria, con su estado, con la sociedad y con ellos mismos, que trabajan incansablemente por esos ideales, aunque muchas veces decepcionados, siguen en este mundo cada día más banal e inhumano.
Esos jóvenes que piensan, analizan, y buscan las formas y sí las hay, para transformar esta sociedad en un país mejor, en donde la convivencia de los ciudadanos sea mas amable y con bienestar, que los niños que como nosotros fuimos hace unos pocos años puedan vivir en un lugar seguro, en un ambiente de tranquilidad, con mejores oportunidades que las nuestras, que personas como nuestros padres puedan tener mejor futuro y que como ellos algún día, nosotros podamos vivir nuestro periodo de adultez lo mas sanos mental y físicamente posible, tratar de aminorar las preocupaciones sociales, porque los jóvenes de 1A, como bien dicen en los discursos, somos el presente.
Primero lo primero, los jóvenes para poder lograr un cambio, tenemos que empezar por creer en nosotros mismos y en nuestros ideales y defenderlos hasta donde sea posible, y también agarrado de la mano viene el compromiso de juventud, ese compromiso que hermana a todos y cada uno de los ciudadanos del mundo en esta etapa de la vida, en donde el compromiso es saber que podemos “unidos” en una sola voz desde la trinchera que nos corresponda, desde el lugar donde nos encontremos, ser jóvenes visionarios, que sepamos que contamos con el apoyo de todos y cada uno, sin distinción de género, de religión, de clase social o de partido político.
Sabemos que podemos dar el inicio a grandes transformaciones sociales, como muchas veces lo han hecho los grandes líderes de la historia, tal vez no estemos vivos para verlo, pero sabemos que unidos podemos lograrlo, que la experiencia de las personas adultas nos guíe, que la inocencia de la juventud nos anime, que nuestros sueños nos empujen y nuestras ganan nos encaminen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario