En el marco del Festival Internacional de la Cultura Maya (FICMaya) 2013, el investigador Rogel Villanueva Gutiérrez llamó a evitar la pérdida del conocimiento ancestral sobre la meliponicultura o crianza de las abejas nativas (xunan kab), práctica que de manera oral se transmitía a los descendientes de la civilización prehispánica.
Al participar con la ponencia “Meliponicultura: una actividad milenaria de los mayas y su función en la conservación de la biodiversidad”, el miembro del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) de Chetumal, Quintana Roo, señaló que algunos factores que afectan a esa actividad son la falta de capacitación en el manejo de la especie, además del crecimiento urbano y de la frontera agrícola, por encima del área forestal.
“La abeja maya (xunan kab) se ha manejado por lo menos desde hace tres mil años en la Península de Yucatán, evidencia plasmada en el Códice Dresde, en donde figura Ah Muzenkab, dios de las abejas y la miel. Existen 150 especies de ellas, nativas solitarias y con aguijones, por lo que es importante saber que la tercera parte de todos los alimentos que nos llevamos a la boca provienen de la proliferación de esos insectos”, apuntó.
Un estudio realizado en la zona, abundó el ponente, arrojó que actualmente existen alrededor de 200 meliponicultores quienes cultivan a traspatio, muchos de los cuales están muriendo sin transmitir sus saberes a sus familiares.
El también integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) expuso que esa conjunción de factores ha ocasionado que se vaya perdiendo la crianza de la especie, por lo que ya se trabaja en un proyecto a largo plazo, dirigido al rescate de la abeja melipona y la meliponicultura en la zona maya.
Indicó que entre las acciones que promueve ECOSUR para retomar esa actividad, sobresale la construcción de tres meliponarios modelo, cursos-talleres sobre la biología, ecología, conservación, manejo, transferencia y división de colonias de los insectos, así como entrenamiento en la extracción y la obtención de una miel inocua.
Villanueva Gutiérrez enfatizó que antiguamente los mayas utilizaban la miel de forma medicinal para desaparecer las carnosidades en los ojos, además de curar la tos y las úlceras internas y externas.
En ese sentido, el especialista, quien ha escrito poco más de 20 publicaciones científicas y 12 capítulos de libros, agregó que es necesario difundir y reforzar la crianza en conjunto con la producción de miel de las abejas meliponas, para no perder las costumbres de nuestros antepasados.
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