Para conservar la riqueza natural, social y económica en torno a una de las zonas más atractivas de México, las playas, es necesario fortalecer diversas estrategias para su cuidado y protección, principalmente ahora que el cambio climático se consolida como una amenaza para ellas, al generar fenómenos hidrometeorológicos cada vez más agresivos, aseveró Felipe Arreguín Cortés, Subdirector Técnico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Una de las herramientas para verificar la recuperación y la conservación de las playas —donde se concentra aproximadamente 15 por ciento de la población del país—, es la certificación, con lineamientos internacionales referentes a limpieza y calidad del agua, entre otros.
Con los efectos del cambio climático, no sólo han crecido el riesgo y la vulnerabilidad de las playas, sino también el reto al que nos enfrentamos para conservarlas y mantenerlas en condiciones adecuadas. Por ello, es necesario impulsar acciones para que esos sitios sean certificados, no sólo a nivel nacional sino también internacional, subrayó Arreguín Cortés, durante la conferencia “Programa Playas Limpias hacia la Bandera Azul”, impartida en el Encuentro Internacional Blue Flag 2013.
Destacó que la circulación oceanográfica, provocada por el calentamiento del sistema climático, ha causado, por ejemplo, que se incremente el número de ciclones tropicales de alta intensidad y que la elevación del nivel del mar durante el último siglo haya sido más alta que el promedio de los dos últimos milenios.
De ahí que el cuidado y la conservación de las playas se vuelva estratégica para recuperarlas y conservarlas como una de las grandes fuentes de riqueza natural y biológica de México, subrayó.
Por ello, la Conagua tiene el serio compromiso y la responsabilidad de impulsar la certificación del mayor número de playas mexicanas de los 17 estados costeros, los cuales involucran 153 ciudades y 35 mil localidades”.
“Trabajamos en el impulso de las acciones necesarias, coordinadas entre los tres órdenes de Gobierno, para mejorar la calidad ambiental de las playas nacionales y elevar la competitividad de los destinos turísticos”, expresó.
“Además de que se garantiza la condición de las playas, con la certificación se generan empleos, se atrae más turismo —lo que se traduce en divisas—, se protege la salud y se fortalece la cultura del respeto al medio ambiente.
Por último, refirió que en México se tienen avances fundamentales, debido a que se logró el funcionamiento de 38 Comités de Playas Limpias, la consolidación de 26 programas de gestión, la certificación de 25 centros recreativos naturales y el monitoreo de 55 destinos turísticos y 250 playas.
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