viernes, 23 de abril de 2010

CIUDADANÍA, CLAVE PARA UN ESTADO SEGURO

Ante diplomáticos de España, el Procurador General de Justicia, Héctor Cabrera Rivero, afirmó que mantener a Yucatán como un oasis de seguridad ante las condiciones existentes en otras partes del país, representa un reto por lo que se debe continuar con el trabajo iniciado, en el que la ciudadanía ha sido pieza clave.
Durante su exposición celebrada en la Consejería de Educación de la Embajada de España en México, Cabrera Rivero, señaló que los índices existentes en la materia ubican a la entidad con niveles de violencia criminal similares a los de países como Suecia y Finlandia y menor a los de Suiza, gracias a la disposición por denunciar acciones ilícitas.
El número de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes en Yucatán es de 2.5., dato que apreciamos y valoramos, pero del que evitamos llenarnos de orgullo simplista o de comodidades fáciles, subrayó.
“La seguridad no es un tema para colgarnos medallas o vanidades, sino para entenderlo, saber preservarlo y fortalecerlo”.
Al evento asistieron Iñaki Osés, agregado de la policía de la embajada de España en México y Luis de Haro Rossi, Consejero de la Embajada de España.
Asimismo, los representantes de los países de la Unión Europea, tales como Alemania, Austria, Francia, España, Suecia, Rumania, Portugal, Reino Unido, Polonia, Países Bajos, Italia, Irlanda, Hungría, Grecia, Finlandia, Eslovaquia, Dinamarca, Bulgaria, Bélgica y República Checa.
En agosto de 2007, recordó el funcionario estatal, nuestro teléfono 066 recibía 18 mil llamadas al año, ahora recibe 204 mil, 11 veces el número inicial. En nuestra línea 089 de denuncia anónima, pasamos de 420 llamadas al año a un promedio de dos mil denuncias anuales.
En ese sentido recalcó que además del respaldo de la sociedad, el profesionalismo de los cuerpos policiacos, ha sido definitivo.
La inversión en seguridad era de 169 millones de pesos al año y hoy es de 280 millones anuales, informó.
El titular de la Procuraduría de Justicia señaló que ahora es necesario convertirla en modelo de la Reforma en Materia de Justicia, específicamente de la justicia penal.
“Hay que convertir a la ley en un proceso de diálogo, de reconciliación y de solución de conflictos, antes que de vencedores y vencidos ante la norma jurídica”, finalizó.

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