En Yucatán tienen una oportunidad maravillosa para desarrollar aptitudes sobresalientes en los niños, por el uso de dos lenguas”, comentó Janet Sáenz de Boldt, al inaugurar hoy el diplomado “Innovaciones Educativas”, en la Secretaría de Educación. Al dirigirse a más de 100 directivos y docentes de Educación Especial, recalcó que desde la época prehispánica los mayas destacaron por dar atención al desarrollo de habilidades, con programas en áreas culturales y académicas. Janet Sáenz explicó que en México, la atención a estudiantes sobresalientes inició en los años 80. En esa década se organizaron los primeros congresos, diplomados y maestrías en el tema, sin embargo aún se requiere desarrollar programas curriculares de licenciatura, para mejorar la atención de los alumnos destacados. Dijo que el desempeño sobresaliente se refleja cuando las habilidades generales o específicas de un niño están arriba del promedio, tiene altos niveles de compromiso en la realización de tareas y de creatividad. La complejidad del fenómeno provoca que los niños AS no puedan ser identificados con una sola prueba, por lo que la observación familiar y en el aula es básica para iniciar un proceso de detección. “Los maestros son los agentes que pasan la mayor parte de tiempo con los niños y por eso son los más importantes en la identificación de aptitudes sobresalientes”, aseguró.“Hoy estoy aquí para ayudarles a pulir sus habilidad de observar. He desarrollado estrategias y sugerencias con especialistas de todo el mundo para ofrecérselas en el diplomado”, abundó.De acuerdo con cifras presentadas en la conferencia, del 70 al 80 por ciento de la población tiene un nivel promedio de conocimientos. Entre el 15 y el 20 por ciento de las personas son sobresalientes. Además se identifica que del 3 al 4.95 por ciento de la población tanto urbana como rural, son personas altamente sobresalientes. Janet Sáenz expresó que etiquetar a los niños sobresalientes como genios es incorrecto, pues sólo al 0.05 por ciento de la población adulta puede dársele ese calificativo, de acuerdo a los productos de su trabajo durante toda su vida. Sin embargo, los niños AS tampoco deben ser tratados como el promedio de la gente, pues requieren más oportunidades de desarrollo y servicios educativos especiales.“Como maestros no podemos impedir que un niño sobresaliente desarrolle la habilidad de la lectura a los dos años, sólo para que sea igual a los demás. No podemos decir que tiene que ser nivelado, porque su naturaleza no es esa”, manifestó. Lo que tiene que hacerse es desarrollar un programa de enriquecimiento que acompañe la curricular regular en el aula.
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