Elementos de la Comandancia de Mandamientos Judiciales y Ministeriales de la Fiscalía General del Estado, dieron cumplimiento a la orden de aprehensión 414/2013 emitida por el Juez Tercero Penal en contra de Marco Antonio Salazar Hernández, de 31 años de edad, casado, natural de Campeche y avecindado en esta ciudad en la calle 23 del fraccionamiento Los Encinos de Kanasín, señalado por el delito de robo calificado, cometido en contra de la empresa Dunosusa.
La denuncia fue interpuesta por Joaquín Villalobos Canul, apoderado legal de la empresa denominada “Proveedora del Panadero SA de CV” y la indagatoria dio inicio por la mañana del pasado día primero del presente mes cuando se recibió en el teléfono de emergencias 066 el aviso del robo a la sucursal de Dunosusa ubicado en la calle 62 entre 37-A y 39 del fraccionamiento Ciudad Caucel, Sección La Herradura, sitio en donde el ahora detenido laboraba como cajero y auxiliar del encargado de la sucursal.
Por la naturaleza de su encomienda, Marco Salazar contaba con el número de combinación de las alarmas y llaves de los candados, por lo que el 30 de abril a las 22:00 horas, simuló retirarse junto a los demás empleados, aunque solo compró e ingirió dos six pack de cerveza y regresó a las 03:30 horas de la madrugada, usando las llaves para entrar y desactivar la alarma, abriendo dos cajas registradoras y la caja fuerte de la que también sabía la combinación, apoderándose de 25 mil pesos en efectivo.
Acto seguido salió de la negociación sin poner cerraduras ni activar la alarma, procediendo a llamar a un taxi y pidiéndole al conductor que lo trasladara al centro nocturno denominado “Jabín” localizado en la Avenida Jacinto Canek, en donde estuvo tomando y pagó una cuenta de 7 mil pesos, además de adelantar el pago de mil 500 pesos a una bailarina que le había ofrecido sus servicios sexuales, conveniendo en verse a la salida del centro nocturno, aunque él se sentó en la acera y se durmió, de forma que al despertar desayunó en un puesto y abordó un autobús urbano que lo llevó a su centro de labores, sitio al que se presentó tratando de despistar.
Sin embargo ya se encontraban en el sitio un grupo de agentes ministeriales que efectuaban indagatorias entre los empleados y al tocarle ser interrogado cayó en contradicciones hasta que aceptó haber cometido el robo y de manera voluntaria devolvió los 16 mil 140 pesos que le quedaban, aceptando el hecho y relatando como había llevado a cabo el latrocinio.
Por lo anterior, se interpuso la denuncia con número 320/18ª/2013, integrándose la averiguación previa con la que el inculpado fue turnado al Centro de Reinserción Social del Estado para el proceso penal correspondiente.
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