lunes, 24 de diciembre de 2012

MENSAJE NAVIDEÑO DE LA PARROQUIA DE LA PURÍSIMA CONCEPCIÓN Y SAN JOSE.


Una Navidad incluyente…

“se hizo semejante a nosotros…” (Filip 2, 7)

Antes de iniciar nuestra reflexión quisiera invitarles a que juntos hagamos un ejercicio de contemplación, fijemos nuestras miradas en el pesebre, pongamos nuestra atención en la escena que ahí tenemos. Es en VERDAD SORPRENDENTE LA SENCILLEZ Y CALIDEZ de lo que observamos, no hay riqueza material, al contrario,  hay ausencias , carencias y necesidades, QUIEN MIRA EL PESEBRE Y NO RECONOCE EN ÉL ALGO SUYO no se puede llamar cristiano; es necesario adentrarnos en esto que estamos contemplando; nosotros estamos INCLUIDOS EN LA ESCENA, miramos desde afuera, pero también es necesario que nos contemplemos envueltos, porque esto es la navidad; LA INCLUSIÓN DE DIOS EN NUESTRA VIDA; Y  NUESTRA INCLUSIÓN EN LA VIDA DE DIOS.

Es este el grande, y a la vez sencillo mensaje: “se ha hecho semejante a nosotros”.  Dios se ha hecho hombre, ha venido a habitar entre nosotros; no es para nada un Dios lejano: está cerca, más aún, es el «Emmanuel», EL DIOS-CON-NOSOTROS. No es un desconocido: tiene un rostro, el de Jesús[1], es hombre como nosotros, y es Dios como su Padre, por su Encarnación y nacimiento los hombres HEMOS GANADO EL CIELO, ES ESTA VIDA INICIAL Y DÉBIL LA QUE NOS ABRE LA REALIDAD DE LA SALVACIÓN, de aquello final y pleno… de lo fuerte y triunfante.

Sin embargo, esta gran noticia tiene el peligro de sonar en nuestros oídos como una fórmula hueca, una frase retórica, que DE TANTAS VECES REPETIDA YA NO NOS DICE NADA. Ante esta situación podríamos preguntarnos, después de más de dos mil años del nacimiento de Cristo ¿qué ha cambiado realmente? ¿No resulta que, tras dos mil años de “era cristiana”, seguimos viviendo en tinieblas y oscuridad? Porque nadie puede negar que en nuestro mundo, en nuestro país, y aun en nuestra ciudad SIGUEN REINANDO LA INJUSTICIA Y LA VIOLENCIA, LA POBREZA Y EL HAMBRE, LA CORRUPCIÓN Y EL DESALIENTO, LA INSEGURIDAD,  LA EXTORSIÓN Y EL TEMOR. Las tinieblas tienen muchos rostros, nos rodean de múltiples formas. Escuchamos situaciones de dolor a nivel mundial y nacional, pero sin ir más lejos también tenemos NUESTROS PERSONALES DRAMAS, dolores, frustraciones e insatisfacciones, parece que las tinieblas tienen las de ganar; podría alguno decir “mejor nos pasamos al otro bando”.

¿Porque es así? Después de dos mil años de que los pastores escucharon la noticia del nacimiento de Cristo SEGUIMOS CAMINANDO EN LAS TINIEBLAS; “como ovejas sin pastor” dirá el mismo Cristo, DESECHAMOS LA LUZ VERDADERA E INVENTAMOS  FUEGOS  Y LUCES ARTIFICIALES que nos eclipsan con la vana ilusión de sustituir a la luz auténtica nacida en Belén; durante 2012 años la ciencia, las falsas ideologías, el progreso, las “liberaciones” sexuales  NOS HAN DESLUMBRADO, pero no nos han traído la salvación prometida y HAN PROVOCADO AL FINAL MÁS FRUSTRACIÓN TODAVÍA, nos sentimos como abandonados, tristes, contradichos en nuestro querer y actuar[2], no hay satisfacción, y viene cada vez mas desengaño y depresión. Día a día vamos confirmando que la semejanza que él ha actuado a favor nuestro es muchas veces desechada por nosotros mismos, parece como si al recibir el “regalo/don” de parte de Dios actuamos como niños necios que “no lo queremos porque no nos gusta”

Es aquí cuando el mensaje de navidad SE VUELVE A HACER URGENTE, pues los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de hoy, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, SON A LA VEZ GOZOS Y ESPERANZAS, TRISTEZAS Y ANGUSTIAS DE LOS DISCÍPULOS DE CRISTO[3]; todos nosotros estamos llamados a “ENCARNAR” EL MENSAJE DE NAVIDAD, necesitamos, así como dijimos hace un momento, “incluirnos” en el misterio, SABERNOS LLAMADOS A ANUNCIAR, sí, con nuestras palabras, pero MÁS AUN CON NUESTRAS OBRAS Y NUESTRA ALEGRÍA Y PAZ… este es el tiempo posible en el que los que hemos vivido un adviento apasionante nos debemos de volcar a la creatividad para hacer posible en nosotros mismos aquello que Cristo hizo por nosotros “asemejarse en nuestra propia situación” si le imitamos a él nos asemejaremos a los hermanos, especialmente a quienes precisan de nuestra presencia, y entonces, como el mismo Cristo lo ha hecho seremos “salvación para los demás”

Aquí podemos correr un riesgo, el de quedarnos lamentándonos de “lo que no estamos haciendo” pues si nos limitamos estas críticas y esta protesta, es que no HEMOS ENTENDIDO BIEN EL MENSAJE DE NAVIDAD. El profeta ha dicho  “El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz” (Is 9,1). No se dice ni se anuncia que YA NO HAY, NI HABRÁ, MÁS TINIEBLAS, sino que en MEDIO DE ELLAS brilla una luz grande, de manera que el pueblo que caminaba sin rumbo en la oscuridad, todos nosotros, HA ENCONTRADO LA POSIBILIDAD DE ORIENTARSE, de dar con el camino, de salir de su extravío y dirigirse a la meta. En verdad, en medio de la oscuridad BASTA UNA PEQUEÑA LUZ PARA NO PERDER EL RUMBO. Y nosotros, con la Navidad, hemos recibido no una pequeña, sino una gran luz, l Jesucristo, “el sol que se levanta  para alumbrar  a aquellos que se encuentran en tinieblas y sombras de muerte y para guiar nuestros pasos por el camino de la paz” (Lc.  1,78-79)

Esta noche es similar a la noche de la Pascua que celebraremos en unos meses, la oscuridad de la muerte REINA EN APARIENCIA, pero basta un chispazo para acabar con la noche más oscura, DEJEMOS QUE ESTA LUZ ILUMINE PERSONALMENTE NUESTRAS VIDAS, de modo que todos lo que esta noche nos hemos reunido podamos LLEVAR A LOS DEMÁS LA ALEGRÍA AQUÍ COMPARTIDA, que el gozo aquí recibido sea llevado hasta la casa familiar  y multiplicado llene de luz el hogar, que quienes no han podido hoy asistir sean llenos de la luz que TÚ, COMO TESTIGO Y DISCÍPULO PUEDAS LLEVAR A LOS DEMÁS. DONDE SE MANIFIESTA LA GLORIA DE DIOS, SE DIFUNDE EN EL MUNDO LA LUZ. LA LUZ ES FUENTE DE VIDA Y DE ALEGRÍA…[4]

El Señor está aquí, ha AUMENTADO NUESTRA ALEGRÍA, ha roto el yugo de la opresión que el pecado tenía sobre nosotros, la Navidad es una bella fiesta porque NOS QUITA EL MIEDO, Y NOS HACE IGUALES, todos podemos bailar y darnos la mano sin importarnos la facha [5]. Estas fiestas, no se quedan en esta noche, sino que nos deben de proyectar hacia el año que está por iniciar y PLANTEARNOS UN PLAN DE VIDA, PERSONAL, FAMILIAR  Y COMUNITARIO.

En realidad, de las tinieblas de nuestra historia SOMOS RESPONSABLES NOSOTROS, los seres humanos. No es Dios, sino nosotros, quienes declaramos guerras, nosotros los que nos comportamos injustamente, lo que nos servimos de la violencia o de la mentira. La historia y el mundo SON NUESTRO CAMPO DE ACCIÓN, y Dios respeta nuestra libertad. Por este respeto Él mismo se “prohíbe” entrometerse en nuestras  tomas de decisión, no significa que permanezca indiferente y nos abandone a nuestra suerte al contrario Él ASUME SU RESPONSABILIDAD Y NOS VIENE A VISITAR PARA OFRECERNOS SU LUZ, para enseñarnos el camino de la verdadera felicidad, del bien, de la salvación.

Esta noche de navidad, al celebrar el nacimiento de Cristo estamos invitados a ponernos en la DINÁMICA DE LA SIMPLICIDAD, volvamos nuestros ojos al pesebre, quitemos tanta luz y color y ADMIREMOS LO ESENCIAL el misterio del Todopoderoso que se ha hecho nada PARA QUE NOSOTROS SEAMOS TODO. En efecto mirar a Cristo en su debilidad ME DA FORTALEZA; mirar su pobreza ME LLENA DE RIQUEZA, por su impotencia YO SOY POTENCIALIZADO A SER HIJO DE DIOS, por su humildad YO VIVO LA FRATERNIDAD, por SU DONACIÓN TENEMOS VIDA EN ABUNDANCIA… Este es el misterio de Dios hecho hombre.

Vamos juntos a celebrar esta gran fiesta  con  alegría y regocijo PORQUE SOMOS HIJOS DE DIOS, un niño nos ha abierto las puertas, ha iluminado nuestro camino, las tinieblas no tienen más el dominio sobre nuestra realidad, HEMOS VISTO LA LUZ, hoy la virgen nos ha “dado la luz” tomémosla y compartamos con nuestros hermanos ESTA MISMA EXPERIENCIA, SEAMOS TESTIGOS ante los otros de lo que aquí estamos celebrando, que nadie se quede  en la penumbra. Dejemos que Cristo luz nos ilumine difundamos su luz  donde reina la oscuridad del desaliento, del pesimismo, de la mediocridad, de la envidia, el egoísmo, el orgullo y la vanidad.

Bienvenido seas Jesús, ¡Quédate con nosotros!¡Gracias por ser como nosotros! ¡Ayúdanos a ser semejantes a ti.!
  
Diác. Melquiades Chan Díaz                                                                   Diác. Carlos Pérez Vidal
Pbro.  Fausto Castillo Pereyra                                                         Pbro. Lorenzo Mex Jiménez


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