Una Navidad incluyente…
“se hizo semejante a nosotros…”
(Filip 2, 7)
Antes
de iniciar nuestra reflexión quisiera invitarles a que juntos hagamos un
ejercicio de contemplación, fijemos nuestras miradas en el pesebre, pongamos
nuestra atención en la escena que ahí tenemos. Es en VERDAD SORPRENDENTE LA
SENCILLEZ Y CALIDEZ de lo que observamos, no hay riqueza material, al
contrario, hay ausencias , carencias y necesidades, QUIEN MIRA EL PESEBRE
Y NO RECONOCE EN ÉL ALGO SUYO no se puede llamar cristiano; es necesario
adentrarnos en esto que estamos contemplando; nosotros estamos INCLUIDOS EN LA
ESCENA, miramos desde afuera, pero también es necesario que nos contemplemos
envueltos, porque esto es la navidad; LA INCLUSIÓN DE DIOS EN NUESTRA VIDA;
Y NUESTRA INCLUSIÓN EN LA VIDA DE DIOS.
Es
este el grande, y a la vez sencillo mensaje: “se
ha hecho semejante a nosotros”. Dios se ha hecho hombre,
ha venido a habitar entre nosotros; no es para nada un Dios lejano: está cerca,
más aún, es el «Emmanuel», EL DIOS-CON-NOSOTROS. No es un desconocido: tiene un
rostro, el de Jesús[1], es hombre como nosotros, y es Dios como su Padre, por
su Encarnación y nacimiento los hombres HEMOS GANADO EL CIELO, ES ESTA VIDA
INICIAL Y DÉBIL LA QUE NOS ABRE LA REALIDAD DE LA SALVACIÓN, de aquello final y
pleno… de lo fuerte y triunfante.
Sin
embargo, esta gran noticia tiene el peligro de sonar en nuestros oídos como una
fórmula hueca, una frase retórica, que DE TANTAS VECES REPETIDA YA NO NOS DICE
NADA. Ante esta situación podríamos preguntarnos, después de más de dos mil
años del nacimiento de Cristo ¿qué ha cambiado realmente? ¿No resulta que, tras
dos mil años de “era cristiana”, seguimos viviendo en tinieblas y oscuridad?
Porque nadie puede negar que en nuestro mundo, en nuestro país, y aun en
nuestra ciudad SIGUEN REINANDO LA INJUSTICIA Y LA VIOLENCIA, LA POBREZA Y EL
HAMBRE, LA CORRUPCIÓN Y EL DESALIENTO, LA INSEGURIDAD, LA EXTORSIÓN Y EL
TEMOR. Las tinieblas tienen muchos rostros, nos rodean de múltiples formas.
Escuchamos situaciones de dolor a nivel mundial y nacional, pero sin ir más
lejos también tenemos NUESTROS PERSONALES DRAMAS, dolores, frustraciones e
insatisfacciones, parece que las tinieblas tienen las de ganar; podría alguno
decir “mejor nos pasamos al otro bando”.
¿Porque
es así? Después de dos mil años de que los pastores escucharon la noticia del
nacimiento de Cristo SEGUIMOS CAMINANDO EN LAS TINIEBLAS; “como ovejas sin
pastor” dirá el mismo Cristo, DESECHAMOS LA LUZ VERDADERA E INVENTAMOS
FUEGOS Y LUCES ARTIFICIALES que nos eclipsan con la vana ilusión de
sustituir a la luz auténtica nacida en Belén; durante 2012 años la ciencia, las
falsas ideologías, el progreso, las “liberaciones” sexuales NOS HAN
DESLUMBRADO, pero no nos han traído la salvación prometida y HAN PROVOCADO AL
FINAL MÁS FRUSTRACIÓN TODAVÍA, nos sentimos como abandonados, tristes,
contradichos en nuestro querer y actuar[2], no hay satisfacción, y viene cada
vez mas desengaño y depresión. Día a día vamos confirmando que la semejanza que
él ha actuado a favor nuestro es muchas veces desechada por nosotros mismos,
parece como si al recibir el “regalo/don” de parte de Dios actuamos como niños
necios que “no lo queremos porque no nos gusta”
Es
aquí cuando el mensaje de navidad SE VUELVE A HACER URGENTE, pues los gozos y
las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de hoy, sobre todo
de los pobres y de cuantos sufren, SON A LA VEZ GOZOS Y ESPERANZAS, TRISTEZAS Y
ANGUSTIAS DE LOS DISCÍPULOS DE CRISTO[3]; todos nosotros estamos llamados a
“ENCARNAR” EL MENSAJE DE NAVIDAD, necesitamos, así como dijimos hace un
momento, “incluirnos” en el misterio, SABERNOS LLAMADOS A ANUNCIAR, sí, con
nuestras palabras, pero MÁS AUN CON NUESTRAS OBRAS Y NUESTRA ALEGRÍA Y PAZ…
este es el tiempo posible en el que los que hemos vivido un adviento
apasionante nos debemos de volcar a la creatividad para hacer posible en
nosotros mismos aquello que Cristo hizo por nosotros “asemejarse en nuestra
propia situación” si le imitamos a él nos asemejaremos a los hermanos,
especialmente a quienes precisan de nuestra presencia, y entonces, como el
mismo Cristo lo ha hecho seremos “salvación para los demás”
Aquí
podemos correr un riesgo, el de quedarnos lamentándonos de “lo que no estamos
haciendo” pues si nos limitamos estas críticas y esta protesta, es que no HEMOS
ENTENDIDO BIEN EL MENSAJE DE NAVIDAD. El profeta ha dicho “El pueblo que
caminaba en tinieblas vio una gran luz” (Is 9,1). No se dice ni se anuncia que
YA NO HAY, NI HABRÁ, MÁS TINIEBLAS, sino que en MEDIO DE ELLAS brilla una luz
grande, de manera que el pueblo que caminaba sin rumbo en la oscuridad, todos
nosotros, HA ENCONTRADO LA POSIBILIDAD DE ORIENTARSE, de dar con el camino, de
salir de su extravío y dirigirse a la meta. En verdad, en medio de la oscuridad
BASTA UNA PEQUEÑA LUZ PARA NO PERDER EL RUMBO. Y nosotros, con la Navidad,
hemos recibido no una pequeña, sino una gran luz, l Jesucristo, “el sol que se
levanta para alumbrar a aquellos que se encuentran en tinieblas y
sombras de muerte y para guiar nuestros pasos por el camino de la paz”
(Lc. 1,78-79)
Esta
noche es similar a la noche de la Pascua que celebraremos en unos meses, la
oscuridad de la muerte REINA EN APARIENCIA, pero basta un chispazo para acabar
con la noche más oscura, DEJEMOS QUE ESTA LUZ ILUMINE PERSONALMENTE NUESTRAS
VIDAS, de modo que todos lo que esta noche nos hemos reunido podamos LLEVAR A
LOS DEMÁS LA ALEGRÍA AQUÍ COMPARTIDA, que el gozo aquí recibido sea llevado
hasta la casa familiar y multiplicado llene de luz el hogar, que quienes
no han podido hoy asistir sean llenos de la luz que TÚ, COMO TESTIGO Y
DISCÍPULO PUEDAS LLEVAR A LOS DEMÁS. DONDE SE MANIFIESTA LA GLORIA DE DIOS, SE
DIFUNDE EN EL MUNDO LA LUZ. LA LUZ ES FUENTE DE VIDA Y DE ALEGRÍA…[4]
El
Señor está aquí, ha AUMENTADO NUESTRA ALEGRÍA, ha roto el yugo de la opresión
que el pecado tenía sobre nosotros, la Navidad es una bella fiesta porque NOS
QUITA EL MIEDO, Y NOS HACE IGUALES, todos podemos bailar y darnos la mano sin
importarnos la facha [5]. Estas fiestas, no se quedan en esta noche, sino que
nos deben de proyectar hacia el año que está por iniciar y PLANTEARNOS UN PLAN
DE VIDA, PERSONAL, FAMILIAR Y COMUNITARIO.
En
realidad, de las tinieblas de nuestra historia SOMOS RESPONSABLES NOSOTROS, los
seres humanos. No es Dios, sino nosotros, quienes declaramos guerras, nosotros
los que nos comportamos injustamente, lo que nos servimos de la violencia o de
la mentira. La historia y el mundo SON NUESTRO CAMPO DE ACCIÓN, y Dios respeta
nuestra libertad. Por este respeto Él mismo se “prohíbe” entrometerse en
nuestras tomas de decisión, no significa que permanezca indiferente y nos
abandone a nuestra suerte al contrario Él ASUME SU RESPONSABILIDAD Y NOS VIENE
A VISITAR PARA OFRECERNOS SU LUZ, para enseñarnos el camino de la verdadera
felicidad, del bien, de la salvación.
Esta
noche de navidad, al celebrar el nacimiento de Cristo estamos invitados a
ponernos en la DINÁMICA DE LA SIMPLICIDAD, volvamos nuestros ojos al pesebre,
quitemos tanta luz y color y ADMIREMOS LO ESENCIAL el misterio del Todopoderoso
que se ha hecho nada PARA QUE NOSOTROS SEAMOS TODO. En efecto mirar a Cristo en
su debilidad ME DA FORTALEZA; mirar su pobreza ME LLENA DE RIQUEZA, por su
impotencia YO SOY POTENCIALIZADO A SER HIJO DE DIOS, por su humildad YO VIVO LA
FRATERNIDAD, por SU DONACIÓN TENEMOS VIDA EN ABUNDANCIA… Este es el misterio de
Dios hecho hombre.
Vamos
juntos a celebrar esta gran fiesta con alegría y regocijo PORQUE
SOMOS HIJOS DE DIOS, un niño nos ha abierto las puertas, ha iluminado nuestro
camino, las tinieblas no tienen más el dominio sobre nuestra realidad, HEMOS
VISTO LA LUZ, hoy la virgen nos ha “dado la luz” tomémosla y compartamos con
nuestros hermanos ESTA MISMA EXPERIENCIA, SEAMOS TESTIGOS ante los otros de lo
que aquí estamos celebrando, que nadie se quede en la penumbra. Dejemos
que Cristo luz nos ilumine difundamos su luz donde reina la oscuridad del
desaliento, del pesimismo, de la mediocridad, de la envidia, el egoísmo, el
orgullo y la vanidad.
Bienvenido
seas Jesús, ¡Quédate con nosotros!¡Gracias por ser como nosotros! ¡Ayúdanos a ser semejantes a ti.!
Diác.
Melquiades Chan
Díaz
Diác.
Carlos Pérez Vidal
Pbro.
Fausto Castillo
Pereyra
Pbro.
Lorenzo Mex Jiménez
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