Con la finalidad de conocer mucho más a fondo la situación en la que se encuentra el agua subterránea en la ciudad de Mérida y su impacto en la zona costera de Yucatán, la Comisión Nacional del Agua y la Universidad Autónoma de Yucatán han puesto en marcha un proyecto de evaluación de las condiciones del recurso hídrico, el cual se desarrollará en un plazo dos 2 años con una inversión de $8.29 millones.
“El acuífero de la Península de Yucatán es altamente vulnerable a la contaminación, por lo que el cuidado y protección de la calidad del agua subterránea, fuente principal de abasto para los habitantes de la región, resulta de primordial importancia para todos los sectores involucrados en la gestión del agua y se convierte en el objetivo principal del Consejo de Cuenca de la Península de Yucatán y de la Comisión Nacional del Agua”, indicó el encargado de la Dirección General del Organismo de Cuenca Península de Yucatán de la Conagua, Jorge Martín Gamboa Wong.
“El proyecto es de mucha trascendencia y relevancia no sólo para Mérida sino para toda la zona aledaña, y también para el medio científico, pues sabremos mucho más a fondo cómo el agua se desplaza en la Península de Yucatán, su cantidad y su calidad”, detalló el Director de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Yucatán, José Humberto Loría Arcila.
Lo anterior lo dieron a conocer esta mañana en rueda de prensa que se celebró en las instalaciones del OCPY, a la que también asistieron el Director Técnico del OCPY de la Conagua, José Luis Acosta Rodríguez, y el Investigador de la UADY, Eduardo Graniel Castro, quien es también responsable del proyecto.
Gamboa Wong señaló que la Conagua siempre ha buscado involucrar a los diversos usuarios del agua, sectores académicos, sociedad organizada y autoridades, en la realización de estudios que propicien obtener mayor información respecto al recurso hídrico. “Queremos contribuir al manejo, conservación y preservación del agua y del ambiente y eso es lo que estamos haciendo”, reiteró el funcionario federal.
Subrayó que el tema de la calidad del agua de la Ciudad de Mérida resulta de especial relevancia por ser la ciudad con el 19% de habitantes de la Península de Yucatán donde se generan contaminantes de todo tipo, por lo que su evaluación y saneamiento son una prioridad.
“Conscientes de lo anterior, es imprescindible realizar las estrategias necesarias para la conservación del recurso hídrico para la ciudad de Mérida y su área de influencia, por lo que la Comisión Nacional del Agua y la Universidad Autónoma de Yucatán, con recursos del CONACYT, unen esfuerzos y acciones para poner en marcha el proyecto ya señalado”, dijo.
Por su parte, el Director de la Facultad de Ingeniería de la UADY indicó que uno de los objetivos del proyecto es conocer las condiciones de calidad del agua subterránea en el acuífero y zonas de descarga, así como la estructura y dinámica del acuífero, a fin de plantear a corto plazo acciones de conservación del recurso hídrico, propiciando un reordenamiento equilibrado en materia de desarrollo y crecimiento poblacional y económico, que minimice los impactos al acuífero y al entorno ecológico del sistema terrestre, de transición y marino adyacente”.
Explicó que “con este proyecto se cubre una zona amplia, que es Mérida y que trasciende a la zona costera, y determinará volúmenes y flujos de agua con una mayor precisión, pero sobre todo la calidad del recurso hídrico en sus diferentes niveles”.
“Es la única zona de todo el país donde el recurso hídrico está en el subsuelo y por eso fundamental que el agua no se contamine. Este proyecto permitirá hacer un monitoreo puntual a través del 20 pozos a lo largo de Mérida y hacia la zona costera”, abundó el académico.
En tanto, Graniel Castro señaló que otros de los objetivos son: contar con una Red de Monitoreo instrumentada, diseñada ex profeso para conocer las condiciones hidrodinámicas del flujo subterráneo en espacio y tiempo, identificar y localizar puntos de descarga del acuífero en zonas de transición, así como la determinación de la calidad y cantidad de los caudales descargados, identificación de las diversas empresas asentadas en la poligonal propuesta y la cuantificación y mapeo de la carga contaminante incorporada por ellas al acuífero y conocer cómo incide o interactúa la calidad del agua subterránea que subyace a la Ciudad de Mérida con el agua que se descarga a las zonas de transición y al mar.
También se busca conocer el impacto de las descargas de agua residual inyectada en la zona de interfase, contar con una base de datos de usuarios de aguas nacionales subterráneas y descargas de aguas residuales (personas físicas y empresas) emplazadas en la zona de estudio y contar con modelos matemático de flujo subterráneo y de transporte de contaminantes, para simular diferentes escenarios respecto a los parámetros que conforman la carga contaminante.
“Todos estos elementos tienen como finalidad plantear una estrategia para la preservación del recurso hídrico en la zona”, reiteró.
Gamboa Wong reiteró que existe un extraordinario desafío para el desarrollo de la infraestructura de servicios de abastecimiento de agua potable y de sistemas de recolección, tratamiento y disposición de las aguas residuales de la región, paralelo a lograr un desarrollo urbano adecuado y sustentable.
“El acuífero de la Península de Yucatán es altamente vulnerable a la contaminación, por lo que el cuidado y protección de la calidad del agua subterránea, fuente principal de abasto para los habitantes de la región, resulta de primordial importancia para todos los sectores involucrados en la gestión del agua y se convierte en el objetivo principal del Consejo de Cuenca de la Península de Yucatán y de la Comisión Nacional del Agua”, indicó el encargado de la Dirección General del Organismo de Cuenca Península de Yucatán de la Conagua, Jorge Martín Gamboa Wong.
“El proyecto es de mucha trascendencia y relevancia no sólo para Mérida sino para toda la zona aledaña, y también para el medio científico, pues sabremos mucho más a fondo cómo el agua se desplaza en la Península de Yucatán, su cantidad y su calidad”, detalló el Director de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Yucatán, José Humberto Loría Arcila.
Lo anterior lo dieron a conocer esta mañana en rueda de prensa que se celebró en las instalaciones del OCPY, a la que también asistieron el Director Técnico del OCPY de la Conagua, José Luis Acosta Rodríguez, y el Investigador de la UADY, Eduardo Graniel Castro, quien es también responsable del proyecto.
Gamboa Wong señaló que la Conagua siempre ha buscado involucrar a los diversos usuarios del agua, sectores académicos, sociedad organizada y autoridades, en la realización de estudios que propicien obtener mayor información respecto al recurso hídrico. “Queremos contribuir al manejo, conservación y preservación del agua y del ambiente y eso es lo que estamos haciendo”, reiteró el funcionario federal.
Subrayó que el tema de la calidad del agua de la Ciudad de Mérida resulta de especial relevancia por ser la ciudad con el 19% de habitantes de la Península de Yucatán donde se generan contaminantes de todo tipo, por lo que su evaluación y saneamiento son una prioridad.
“Conscientes de lo anterior, es imprescindible realizar las estrategias necesarias para la conservación del recurso hídrico para la ciudad de Mérida y su área de influencia, por lo que la Comisión Nacional del Agua y la Universidad Autónoma de Yucatán, con recursos del CONACYT, unen esfuerzos y acciones para poner en marcha el proyecto ya señalado”, dijo.
Por su parte, el Director de la Facultad de Ingeniería de la UADY indicó que uno de los objetivos del proyecto es conocer las condiciones de calidad del agua subterránea en el acuífero y zonas de descarga, así como la estructura y dinámica del acuífero, a fin de plantear a corto plazo acciones de conservación del recurso hídrico, propiciando un reordenamiento equilibrado en materia de desarrollo y crecimiento poblacional y económico, que minimice los impactos al acuífero y al entorno ecológico del sistema terrestre, de transición y marino adyacente”.
Explicó que “con este proyecto se cubre una zona amplia, que es Mérida y que trasciende a la zona costera, y determinará volúmenes y flujos de agua con una mayor precisión, pero sobre todo la calidad del recurso hídrico en sus diferentes niveles”.
“Es la única zona de todo el país donde el recurso hídrico está en el subsuelo y por eso fundamental que el agua no se contamine. Este proyecto permitirá hacer un monitoreo puntual a través del 20 pozos a lo largo de Mérida y hacia la zona costera”, abundó el académico.
En tanto, Graniel Castro señaló que otros de los objetivos son: contar con una Red de Monitoreo instrumentada, diseñada ex profeso para conocer las condiciones hidrodinámicas del flujo subterráneo en espacio y tiempo, identificar y localizar puntos de descarga del acuífero en zonas de transición, así como la determinación de la calidad y cantidad de los caudales descargados, identificación de las diversas empresas asentadas en la poligonal propuesta y la cuantificación y mapeo de la carga contaminante incorporada por ellas al acuífero y conocer cómo incide o interactúa la calidad del agua subterránea que subyace a la Ciudad de Mérida con el agua que se descarga a las zonas de transición y al mar.
También se busca conocer el impacto de las descargas de agua residual inyectada en la zona de interfase, contar con una base de datos de usuarios de aguas nacionales subterráneas y descargas de aguas residuales (personas físicas y empresas) emplazadas en la zona de estudio y contar con modelos matemático de flujo subterráneo y de transporte de contaminantes, para simular diferentes escenarios respecto a los parámetros que conforman la carga contaminante.
“Todos estos elementos tienen como finalidad plantear una estrategia para la preservación del recurso hídrico en la zona”, reiteró.
Gamboa Wong reiteró que existe un extraordinario desafío para el desarrollo de la infraestructura de servicios de abastecimiento de agua potable y de sistemas de recolección, tratamiento y disposición de las aguas residuales de la región, paralelo a lograr un desarrollo urbano adecuado y sustentable.
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