Una Mérida trabajadora con empleados en mejores condiciones laborales y sin miedo a expresarse ante la autoridad municipal pidieron trabajadores sindicalizados del Ayuntamiento a la precandidata del PRI a la alcaldía, Angélica Araujo Lara.
Los servidores públicos municipales también plantearon la urgencia de hacer realidad la justicia laboral en sus centros de trabajo, pues los mejores puestos y salarios se otorgan a los amigos y activistas del grupo en el poder mientras empleados, con muchos años de antigüedad, son relegados a puestos e ingresos de menor nivel.
En el marco de la presentación del plan “Mérida te quiero trabajadora”, acorde a la campaña “Mérida cómo te quiero” impulsada por los precandidatos del Revolucionario Institucional, Angélica Araujo escuchó el sentir de trabajadores que simpatizan con su aspiración.
El fantasma del temor por posibles represalias de la autoridad municipal hacia quienes hacen valer sus derechos de expresión, credo político o simplemente exigen mejores condiciones laborales rondó en la reunión celebrada en conocido hotel de la ciudad capital.
El regidor del Ayuntamiento de Mérida, Ariel Escalante Canto, afirmó que tiene documentado casos de trabajadores que por el simple hecho de exponer sus ideas o por tener diferente filiación política son despedidos o reubicados de sus puestos para realizar tareas en condiciones más difíciles.
“Un compañero que se negó a hacer proselitismo a favor de candidatos del PAN fue enviado a trabajar al techo del mercado como castigo a su negativa”, aseveró.
Alentada por la convicción de que ha llegado el momento de poner “un hasta aquí” a este tipo der prácticas, Leydi Mézquita, dirigente de una organización sindical, manifestó su aspiración por una Mérida trabajadora y sin miedos.
Daniel Suaste y Carminia Ojeda, otros dos líderes de trabajadores municipales, consideraron inconcebible que todavía haya trabajadores, como los intendentes y barrenderos, con sueldos de 300 pesos a la semana.
El también regidor del tricolor, Antonio Homá Serrano, aseguró que hay casos de jefes de departamento cuyos sueldos son incluso más bajos que los del personal bajo su mando, todo por diferir políticamente de la autoridad en turno.
“No todo es color de rosa como se presume y de esto pueden dar cuenta los trabajadores que a pesar de tener salarios de hambre cobran por honorarios y pagan impuestos”, detalló.
Luego de escuchar lo anterior, Angélica Araujo afirmó que su convicción por una autoridad municipal sensible que vaya de la mano con los trabajadores se fortalece aún más.
“Ustedes se merecen una autoridad que respete la libertad que tienen a la organización sindical”, planteó la precandidata del PRI a la alcaldía de Mérida.
También se manifestó a favor de que las posiciones laborales y mejores salarios se otorguen con base al esfuerzo y preparación de cada trabajador. “Quiero que esto se lo comuniquen a todos sus compañeros”, concluyó Angélica Araujo.
Los servidores públicos municipales también plantearon la urgencia de hacer realidad la justicia laboral en sus centros de trabajo, pues los mejores puestos y salarios se otorgan a los amigos y activistas del grupo en el poder mientras empleados, con muchos años de antigüedad, son relegados a puestos e ingresos de menor nivel.
En el marco de la presentación del plan “Mérida te quiero trabajadora”, acorde a la campaña “Mérida cómo te quiero” impulsada por los precandidatos del Revolucionario Institucional, Angélica Araujo escuchó el sentir de trabajadores que simpatizan con su aspiración.
El fantasma del temor por posibles represalias de la autoridad municipal hacia quienes hacen valer sus derechos de expresión, credo político o simplemente exigen mejores condiciones laborales rondó en la reunión celebrada en conocido hotel de la ciudad capital.
El regidor del Ayuntamiento de Mérida, Ariel Escalante Canto, afirmó que tiene documentado casos de trabajadores que por el simple hecho de exponer sus ideas o por tener diferente filiación política son despedidos o reubicados de sus puestos para realizar tareas en condiciones más difíciles.
“Un compañero que se negó a hacer proselitismo a favor de candidatos del PAN fue enviado a trabajar al techo del mercado como castigo a su negativa”, aseveró.
Alentada por la convicción de que ha llegado el momento de poner “un hasta aquí” a este tipo der prácticas, Leydi Mézquita, dirigente de una organización sindical, manifestó su aspiración por una Mérida trabajadora y sin miedos.
Daniel Suaste y Carminia Ojeda, otros dos líderes de trabajadores municipales, consideraron inconcebible que todavía haya trabajadores, como los intendentes y barrenderos, con sueldos de 300 pesos a la semana.
El también regidor del tricolor, Antonio Homá Serrano, aseguró que hay casos de jefes de departamento cuyos sueldos son incluso más bajos que los del personal bajo su mando, todo por diferir políticamente de la autoridad en turno.
“No todo es color de rosa como se presume y de esto pueden dar cuenta los trabajadores que a pesar de tener salarios de hambre cobran por honorarios y pagan impuestos”, detalló.
Luego de escuchar lo anterior, Angélica Araujo afirmó que su convicción por una autoridad municipal sensible que vaya de la mano con los trabajadores se fortalece aún más.
“Ustedes se merecen una autoridad que respete la libertad que tienen a la organización sindical”, planteó la precandidata del PRI a la alcaldía de Mérida.
También se manifestó a favor de que las posiciones laborales y mejores salarios se otorguen con base al esfuerzo y preparación de cada trabajador. “Quiero que esto se lo comuniquen a todos sus compañeros”, concluyó Angélica Araujo.
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