Después de recibir un homenaje póstumo la noche de ayer en la inauguración de las actividades del Festival Primavera Cultural 2010 los restos del poeta y compositor Luis Espinosa Alcalá reposan desde hoy en el Monumento a los Creadores de la Canción Yucateca. En emotiva ceremonia, los restos del Paisajista Musical del Mayab, fueron depositados en el altar de la trova ubicado en el cementerio general.
Los restos del homenajeado llegaron al recinto de manos de su viuda, la Sra. Elena Fernández Moral de Espinosa, mientras el trío Los Condes entonaban la pieza Guitarrita Yucateca, obra de Luis Espinosa Alcalá; para hacer la guardia de honor acompañada de sus hijos José Luis, Juan Carlos, María Elena y Félix Alberto Espinosa Fernández.
En su intervención, el presidente de la Sociedad Artística Ricardo Palmerín, Luis Pérez Sabido comentó que el traslado de las cenizas de Luis Espinosa ha tenido dos momentos, el primero, con un tributo musical magno como fue el de ayer, y hoy con una ceremonia íntima en el recinto donde descansan el grupo de los grandes pilares de la trova tradicional, el Monumento a los Creadores de la Canción Yucateca que fue inaugurado con el depósito de los restos de Guty Cárdenas en 1958 y que hoy se cierra su primera etapa al recibir las cenizas del último de los grandes tradicionalistas de la trova, pues bastaba con escuchar cualquiera de sus obras para sentir el amor que tenía por Yucatán. Para finalizar su participación, agradeció a la señora Elena Fernández y sus hijos por confiar los restos de Luis Espinosa Alcalá para resguardarlos para la eternidad y leyó dos poemas dedicados a la memoria del homenajeado titulados Guitarrita Yucateca y A Yucatán.
Pos su parte el Trío Los Condes deleitaron a los asistentes con tres obras del Paisajista Musical del Mayab: Mérida Colonial, Ríe y Noche Envidiosa, para dar paso a las palabras que dirigió su hijo José Luis Espinosa Fernández al público, mencionando que su padre escogió retirarse un primero de enero tal como vivió, murió, ordenadamente con la casa limpia y el legado escrito, fue padre, esposo, amigo, ejemplo, ciudadano del mundo y patriota, los reconocimiento están dados por lo que sobra despedirnos con su propio epitafio: Ichcanzihoo y eso es todo, más quiero ciudad de mi naciencia, pedirte que recibas al fin de mi existencia mi cuerpo, de las entrañas de tu tierra sagrada para quedar por siempre feliz de tus adentros que descanse en paz José Luis de Gonzaga Espinosa Alcalá y que viva la memoria de Luis Espinosa Alcalá.
Los restos fueron depositados por el presidente de la Sociedad Artística Ricardo Palmerín, Luis Pérez Sabido, junto con el director de Educación Artística del Instituto de Cultura de Yucatán, Mtro. Néstor Rodríguez Silveira, que acudió en representación del director general del ICY, Renán Guillermo González; acompañados por la viuda Elena Fernández, mientras el Trío Ensueño interpretaba la canción Silencio Azul y posteriormente el trío Vendaval cantó A Yucatán, ambas de Luis Espinosa Alcalá, para que familiares y amigos hicieran las guardias de honor y finalizar la ceremonia con la interpretación de todos los presentes de las Golondrinas Yucatecas.
De igual forma, el día de ayer domingo, en el marco de la primavera cultural, se colocó una ofrenda floral en el Monumento a los Creadores de la Canción Yucateca en el panteón general, en honor de los trovadores fallecidos. El presidente de la Asociación Ricardo Palmerín, profesor Luis Pérez Sabido, señaló que desde hace 33 años se celebra a todos los trovadores el 21 de marzo, y aprovechan la fecha para recordar a los que han muerto, pero que sus canciones permanecen en la memoria musical yucateca.
Los restos del homenajeado llegaron al recinto de manos de su viuda, la Sra. Elena Fernández Moral de Espinosa, mientras el trío Los Condes entonaban la pieza Guitarrita Yucateca, obra de Luis Espinosa Alcalá; para hacer la guardia de honor acompañada de sus hijos José Luis, Juan Carlos, María Elena y Félix Alberto Espinosa Fernández.
En su intervención, el presidente de la Sociedad Artística Ricardo Palmerín, Luis Pérez Sabido comentó que el traslado de las cenizas de Luis Espinosa ha tenido dos momentos, el primero, con un tributo musical magno como fue el de ayer, y hoy con una ceremonia íntima en el recinto donde descansan el grupo de los grandes pilares de la trova tradicional, el Monumento a los Creadores de la Canción Yucateca que fue inaugurado con el depósito de los restos de Guty Cárdenas en 1958 y que hoy se cierra su primera etapa al recibir las cenizas del último de los grandes tradicionalistas de la trova, pues bastaba con escuchar cualquiera de sus obras para sentir el amor que tenía por Yucatán. Para finalizar su participación, agradeció a la señora Elena Fernández y sus hijos por confiar los restos de Luis Espinosa Alcalá para resguardarlos para la eternidad y leyó dos poemas dedicados a la memoria del homenajeado titulados Guitarrita Yucateca y A Yucatán.
Pos su parte el Trío Los Condes deleitaron a los asistentes con tres obras del Paisajista Musical del Mayab: Mérida Colonial, Ríe y Noche Envidiosa, para dar paso a las palabras que dirigió su hijo José Luis Espinosa Fernández al público, mencionando que su padre escogió retirarse un primero de enero tal como vivió, murió, ordenadamente con la casa limpia y el legado escrito, fue padre, esposo, amigo, ejemplo, ciudadano del mundo y patriota, los reconocimiento están dados por lo que sobra despedirnos con su propio epitafio: Ichcanzihoo y eso es todo, más quiero ciudad de mi naciencia, pedirte que recibas al fin de mi existencia mi cuerpo, de las entrañas de tu tierra sagrada para quedar por siempre feliz de tus adentros que descanse en paz José Luis de Gonzaga Espinosa Alcalá y que viva la memoria de Luis Espinosa Alcalá.
Los restos fueron depositados por el presidente de la Sociedad Artística Ricardo Palmerín, Luis Pérez Sabido, junto con el director de Educación Artística del Instituto de Cultura de Yucatán, Mtro. Néstor Rodríguez Silveira, que acudió en representación del director general del ICY, Renán Guillermo González; acompañados por la viuda Elena Fernández, mientras el Trío Ensueño interpretaba la canción Silencio Azul y posteriormente el trío Vendaval cantó A Yucatán, ambas de Luis Espinosa Alcalá, para que familiares y amigos hicieran las guardias de honor y finalizar la ceremonia con la interpretación de todos los presentes de las Golondrinas Yucatecas.
De igual forma, el día de ayer domingo, en el marco de la primavera cultural, se colocó una ofrenda floral en el Monumento a los Creadores de la Canción Yucateca en el panteón general, en honor de los trovadores fallecidos. El presidente de la Asociación Ricardo Palmerín, profesor Luis Pérez Sabido, señaló que desde hace 33 años se celebra a todos los trovadores el 21 de marzo, y aprovechan la fecha para recordar a los que han muerto, pero que sus canciones permanecen en la memoria musical yucateca.
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