“Todos los mexicanos debemos sumarnos a las acciones de las organizaciones no gubernamentales para aumentar la donación de órganos y eliminar los obstáculos legales que permitan más trasplantes que mejoren la vida de cientos de enfermos, declaró el diputado federal Rolando Zapata Bello.
Participó en la mesa panel organizada por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán y la Asociación “Dona Esperanza” que se realizó en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Yucatán, al arrancar la Semana Nacional de la Donación.
A Zapata Bello tocó exponer el marco jurídico vigente para trasplantes compartiendo la mesa con el médico Fernando Aguilar Castillejos y el Mtro. Jorge Alberto Ruiz Valderrama, funcionario de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, especializado en formación y educación.
“Los grandes avances científicos y clínicos de los profesionales de la salud, así como los numerosos actos de generosidad de los donantes y sus familias, han hecho que los trasplantes ya no sean sólo una terapia que salva vidas, sino un símbolo de solidaridad humana”, señaló el legislador del PRI.
“En España tenemos el caso más exitoso y adelantado en esta materia que se llama consentimiento presunto. Es decir, todos los ciudadanos son donantes porque se supone que han dado su consentimiento tácito y la única forma de anular la autorización es expresando en vida que no se quiere donar”.
“Todo lo contrario de lo que pasa en nuestro país, donde sólo pueden dar sus órganos quienes lo expresen por escrito, prosiguió.
“La donación, desde el punto de vista moral, es un acto de suma filantropía; desde la visión científica resulta milagrosa y desde la tanatológica resulta paradójica, pues la muerte de un hombre es capaz de otorgar vida a muchos”.
Explicó que el derecho a la protección de la salud fue reconocido en 1983 en el Artículo 4o. Constitucional al ser adicionado este párrafo con motivo de su tercera reforma. Posteriormente, la Ley General de Salud, de 1984, desarrolló las finalidades de este derecho fundamental que se encuentran estrechamente asociadas al fenómeno del trasplante de órganos.
Finalmente, recordó, que el 12 de junio de 2009, entró en vigor el Decreto de Reformas a la Ley General de Salud en materia de donación y trasplantes. Pretende apuntalar la investigación sobre la resistencia de la gente a donar; reforzar los programas de promoción de la cultura de la donación y crear bancos de órganos, tejidos, componentes y células.
Al terminar el evento, Zapata Bello se inscribió como donante y comprometió sus órganos a través de una credencial que le expidió la “Asociación “Dona Esperanza”.
Participó en la mesa panel organizada por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán y la Asociación “Dona Esperanza” que se realizó en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Yucatán, al arrancar la Semana Nacional de la Donación.
A Zapata Bello tocó exponer el marco jurídico vigente para trasplantes compartiendo la mesa con el médico Fernando Aguilar Castillejos y el Mtro. Jorge Alberto Ruiz Valderrama, funcionario de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, especializado en formación y educación.
“Los grandes avances científicos y clínicos de los profesionales de la salud, así como los numerosos actos de generosidad de los donantes y sus familias, han hecho que los trasplantes ya no sean sólo una terapia que salva vidas, sino un símbolo de solidaridad humana”, señaló el legislador del PRI.
“En España tenemos el caso más exitoso y adelantado en esta materia que se llama consentimiento presunto. Es decir, todos los ciudadanos son donantes porque se supone que han dado su consentimiento tácito y la única forma de anular la autorización es expresando en vida que no se quiere donar”.
“Todo lo contrario de lo que pasa en nuestro país, donde sólo pueden dar sus órganos quienes lo expresen por escrito, prosiguió.
“La donación, desde el punto de vista moral, es un acto de suma filantropía; desde la visión científica resulta milagrosa y desde la tanatológica resulta paradójica, pues la muerte de un hombre es capaz de otorgar vida a muchos”.
Explicó que el derecho a la protección de la salud fue reconocido en 1983 en el Artículo 4o. Constitucional al ser adicionado este párrafo con motivo de su tercera reforma. Posteriormente, la Ley General de Salud, de 1984, desarrolló las finalidades de este derecho fundamental que se encuentran estrechamente asociadas al fenómeno del trasplante de órganos.
Finalmente, recordó, que el 12 de junio de 2009, entró en vigor el Decreto de Reformas a la Ley General de Salud en materia de donación y trasplantes. Pretende apuntalar la investigación sobre la resistencia de la gente a donar; reforzar los programas de promoción de la cultura de la donación y crear bancos de órganos, tejidos, componentes y células.
Al terminar el evento, Zapata Bello se inscribió como donante y comprometió sus órganos a través de una credencial que le expidió la “Asociación “Dona Esperanza”.
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