Al igual que en otras partes del país, en la Península de Yucatán se trabaja a través del Consejo de Cuenca con programas de gestión para atender las problemáticas relacionadas con los efectos del cambio climático en la zona, indicó el Director General del OCPY de la Conagua, Sergio Augusto Chan Lugo.
Reiteró que el incremento en el nivel medio del mar y la presencia de meteoros extremos son los principales impactos previsibles relacionados al cambio climático y que amenazarían la disponibilidad del recurso hídrico a futuro en la región.
Al participar en el evento “Diálogos por el Agua y el Cambio Climático” en el taller de “Modelación de escenarios sobre cambio climático”, organizado por la Comisión Nacional del Agua, el Banco Mundial, el BID, el IMTA, entre otras instituciones nacionales e internacionales, Chan Lugo destacó que la Península de Yucatán mantiene una recarga media anual de más de 25,000 millones de m3 y poco más de 8,000 millones son factibles de concesionarse para diferentes usos.
“Al cierre del año pasado estaban concesionados 2,600 millones de m3, destacando el uso el agrícola y pecuario con un 58%, así como el público urbano con un 23 % y el de servicios con un 17%”, informó.
Sin embargo, reconoció que por sus características geológicas cársticas, “el acuífero es muy vulnerable a la contaminación y a la intrusión salina del mar hacia el interior de la cuenca”.
“El acelerado desarrollo de la actividad socioeconómica de la región ha ocasionado el deterioro de recursos naturales, vegetación nativa y diversidad biológica, propiciando el desequilibrio de los ecosistemas”, abundó.
Dentro de este contexto, si bien uno de los principales problemas en la región es el saneamiento de las aguas residuales, uno de los principales retos también es adaptarse a los efectos de fenómenos naturales como huracanes, nortes, estiajes prolongados, ondas cálidas, así como también adaptarnos a los efectos e impactos del cambio climático.
Reiteró que el incremento en el nivel medio del mar y la presencia de meteoros extremos son los principales impactos previsibles relacionados al cambio climático y que amenazarían la disponibilidad del recurso hídrico a futuro en la región.
Al participar en el evento “Diálogos por el Agua y el Cambio Climático” en el taller de “Modelación de escenarios sobre cambio climático”, organizado por la Comisión Nacional del Agua, el Banco Mundial, el BID, el IMTA, entre otras instituciones nacionales e internacionales, Chan Lugo destacó que la Península de Yucatán mantiene una recarga media anual de más de 25,000 millones de m3 y poco más de 8,000 millones son factibles de concesionarse para diferentes usos.
“Al cierre del año pasado estaban concesionados 2,600 millones de m3, destacando el uso el agrícola y pecuario con un 58%, así como el público urbano con un 23 % y el de servicios con un 17%”, informó.
Sin embargo, reconoció que por sus características geológicas cársticas, “el acuífero es muy vulnerable a la contaminación y a la intrusión salina del mar hacia el interior de la cuenca”.
“El acelerado desarrollo de la actividad socioeconómica de la región ha ocasionado el deterioro de recursos naturales, vegetación nativa y diversidad biológica, propiciando el desequilibrio de los ecosistemas”, abundó.
Dentro de este contexto, si bien uno de los principales problemas en la región es el saneamiento de las aguas residuales, uno de los principales retos también es adaptarse a los efectos de fenómenos naturales como huracanes, nortes, estiajes prolongados, ondas cálidas, así como también adaptarnos a los efectos e impactos del cambio climático.
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