Autoridades ambientales de países centroamericanos, investigadores, académicos y representantes de la sociedad civil se pronunciaron a favor de establecer acuerdos que permitan avanzar en los procesos de integración ambiental regional, a través de mecanismos efectivos de participación incluyente.
Durante la inauguración del III Congreso Mesoamericano de Áreas Protegidas, que se desarrolla en esta ciudad, se expuso que esa es la base para construir consensos sobre el desarrollo sostenible y una cultura de la protección del ecosistema para salvaguardar el patrimonio natural, que asegurará que en el futuro las próximas generaciones puedan heredar bienestar.
En representación de la Gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, el secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, Eduardo Batllori Sampedro inauguró el encuentro, que congrega a más de 750 representantes de Guatemala, El Salvador, Belice, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, República Dominicana, Colombia y México.
Ante la presencia del titular de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), Ernesto Enkerlin Hoeflich, el funcionario estatal señaló que la integración, conectividad y el fortalecimiento de los sistemas de áreas protegidas requiere de la incorporación de la voz de las localidades, mediante la promoción de esquemas que aseguren el involucramiento de pobladores en las labores de conservación, restauración y manejo sustentable de manera consciente y voluntaria.
“Es necesario poder generar fuentes de ingresos y reconocer los servicios ambientales generados por los pobladores al conservar el entorno en el que viven, así como promover esquemas que brinden mayores facilidades para la legalización y una mayor factibilidad técnica y financiera a sus deseos de participar en acciones de manejo y uso sustentable de los recursos naturales que poseen”, externó.
El titular de la Seduma afirmó que estos puntos constituyen los mayores retos en el camino para seguir haciendo crecer y sostener los sistemas de áreas protegidas, por lo que exhortó a compartir experiencias y acortar la curva de aprendizaje para conseguir los resultados deseados.
Sigamos promoviendo la equidad y justa distribución de los costos y beneficios de conservar y tendremos mayores posibilidades de avanzar con éxito en lograr que este objetivo sea parte de la conciencia de nuestros pueblos, finalizó.
En ese marco se informó que en el área mesoamericana en los últimos siete años creció el número áreas protegidas al pasar de más de 500 registradas en 2003 a más de mil actualmente, aunque se recalcó que es necesario dar pasos importantes en eficacia de la conservación de estos ecosistemas.
Por lo que toca a Yucatán, se detalló que existen áreas naturales protegidas, federales, estatales y municipales, que en su conjunto representan el 7.3 por ciento de toda la geografía yucateca, por lo que la actual administración estatal se ha propuesto alcanzar hacia 2012 que el 10 por ciento de la superficie del estado se encuentre sujeta a conservación y proyección.
Al hacer uso de la palabra, Roberto Rodríguez, representante de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), reconoció que el cambio climático es la mayor amenaza que actualmente enfrentan los pueblos, en donde también, dijo, se están viendo amenazadas las formas de vida a causa de los patrones de producción y consumo.
Y es que el desarrollo debe tener límite, el de asegurar la permanencia de todas las formas de vida sobre nuestro planeta y por supuesto el bienestar del ser humano, por ello se impone la necesidad de crear una nueva sociedad y darle un nuevo significado a la palabra desarrollo, apuntó.
Durante la inauguración del III Congreso Mesoamericano de Áreas Protegidas, que se desarrolla en esta ciudad, se expuso que esa es la base para construir consensos sobre el desarrollo sostenible y una cultura de la protección del ecosistema para salvaguardar el patrimonio natural, que asegurará que en el futuro las próximas generaciones puedan heredar bienestar.
En representación de la Gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, el secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, Eduardo Batllori Sampedro inauguró el encuentro, que congrega a más de 750 representantes de Guatemala, El Salvador, Belice, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, República Dominicana, Colombia y México.
Ante la presencia del titular de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), Ernesto Enkerlin Hoeflich, el funcionario estatal señaló que la integración, conectividad y el fortalecimiento de los sistemas de áreas protegidas requiere de la incorporación de la voz de las localidades, mediante la promoción de esquemas que aseguren el involucramiento de pobladores en las labores de conservación, restauración y manejo sustentable de manera consciente y voluntaria.
“Es necesario poder generar fuentes de ingresos y reconocer los servicios ambientales generados por los pobladores al conservar el entorno en el que viven, así como promover esquemas que brinden mayores facilidades para la legalización y una mayor factibilidad técnica y financiera a sus deseos de participar en acciones de manejo y uso sustentable de los recursos naturales que poseen”, externó.
El titular de la Seduma afirmó que estos puntos constituyen los mayores retos en el camino para seguir haciendo crecer y sostener los sistemas de áreas protegidas, por lo que exhortó a compartir experiencias y acortar la curva de aprendizaje para conseguir los resultados deseados.
Sigamos promoviendo la equidad y justa distribución de los costos y beneficios de conservar y tendremos mayores posibilidades de avanzar con éxito en lograr que este objetivo sea parte de la conciencia de nuestros pueblos, finalizó.
En ese marco se informó que en el área mesoamericana en los últimos siete años creció el número áreas protegidas al pasar de más de 500 registradas en 2003 a más de mil actualmente, aunque se recalcó que es necesario dar pasos importantes en eficacia de la conservación de estos ecosistemas.
Por lo que toca a Yucatán, se detalló que existen áreas naturales protegidas, federales, estatales y municipales, que en su conjunto representan el 7.3 por ciento de toda la geografía yucateca, por lo que la actual administración estatal se ha propuesto alcanzar hacia 2012 que el 10 por ciento de la superficie del estado se encuentre sujeta a conservación y proyección.
Al hacer uso de la palabra, Roberto Rodríguez, representante de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), reconoció que el cambio climático es la mayor amenaza que actualmente enfrentan los pueblos, en donde también, dijo, se están viendo amenazadas las formas de vida a causa de los patrones de producción y consumo.
Y es que el desarrollo debe tener límite, el de asegurar la permanencia de todas las formas de vida sobre nuestro planeta y por supuesto el bienestar del ser humano, por ello se impone la necesidad de crear una nueva sociedad y darle un nuevo significado a la palabra desarrollo, apuntó.
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