Como parte de la averiguación previa 472/22ª/201, iniciada tras una denuncia, esta mañana la Fiscalía General del Estado solicitó el arraigo de ARTURO MARRUFO ALCOCER e ISRAEL MEDINA RECIO, por el delito de Violación, denunciados por D. C. D. y D. K. CH. C.
De acuerdo con la solicitud de arraigo, ambos inculpados se ostentan como integrantes de una religión a la que denominan “Bantue”, y hace algunos meses comenzaron a realizar reuniones en el predio número 270 de la calle 21-A entre 16 diagonal y 16 del fraccionamiento Pinos del Norte, en donde cobraban montos que iban de quinientos, a los mil pesos.
Las denunciantes refirieron que asistieron invitadas a la primera reunión, realizada en el referido domicilio, pero al ver que se trataba de asuntos de santería, una de ellas quiso salir del lugar, lo cual impidió Marrufo Alcocer, quien amenazándola con un cuchillo, le dijo que tenía que obedecer, "o de lo contrario los muertos le ordenarían que la matara y tendría que hacerlo".
Según las investigaciones, bajo estas amenazas los sujetos obligaban a las personas a regresar a las reuniones, en donde en una ocasión hicieron que se desvistieran de la parte superior, y se aproximaron a las mujeres para manosearlas, al mismo tiempo que las amenazaban con un cuchillo y les decían que todo era parte del ritual.
Posteriormente, en sesiones personalizadas, bajo las mismas amenazas de que serían castigadas por los muertos, o le harían daño a sus familiares, las víctimas eran despojadas de sus ropas y los sujetos las tocaban en sus partes íntimas, pese a la resistencia de las mujeres, quienes en cualquier intento de defenderse, eran amagadas con un cuchillo y amenazadas.
De acuerdo con la denuncia de una de las víctimas, Arturo Marrufo Alcocer la obligó a sostener relaciones íntimas en dos ocasiones, bajo las mismas advertencias del indiciado, quien junto con su compañero obligaba a las personas a mantenerse en dicha religión, por el miedo de ser embrujados o víctimas de algún daño.
Por tal motivo, y en virtud de existir el temor fundado de que estos sujetos evadan la acción de la justicia, la Fiscalía General del Estado solicitó su arraigo, el cual fue concedido por el Juez Octavo Penal, hasta por 30 días, por lo que esta misma tarde fueron remitidos al Centro Estatal de Arraigo, del complejo de Seguridad del Estado.
De acuerdo con la solicitud de arraigo, ambos inculpados se ostentan como integrantes de una religión a la que denominan “Bantue”, y hace algunos meses comenzaron a realizar reuniones en el predio número 270 de la calle 21-A entre 16 diagonal y 16 del fraccionamiento Pinos del Norte, en donde cobraban montos que iban de quinientos, a los mil pesos.
Las denunciantes refirieron que asistieron invitadas a la primera reunión, realizada en el referido domicilio, pero al ver que se trataba de asuntos de santería, una de ellas quiso salir del lugar, lo cual impidió Marrufo Alcocer, quien amenazándola con un cuchillo, le dijo que tenía que obedecer, "o de lo contrario los muertos le ordenarían que la matara y tendría que hacerlo".
Según las investigaciones, bajo estas amenazas los sujetos obligaban a las personas a regresar a las reuniones, en donde en una ocasión hicieron que se desvistieran de la parte superior, y se aproximaron a las mujeres para manosearlas, al mismo tiempo que las amenazaban con un cuchillo y les decían que todo era parte del ritual.
Posteriormente, en sesiones personalizadas, bajo las mismas amenazas de que serían castigadas por los muertos, o le harían daño a sus familiares, las víctimas eran despojadas de sus ropas y los sujetos las tocaban en sus partes íntimas, pese a la resistencia de las mujeres, quienes en cualquier intento de defenderse, eran amagadas con un cuchillo y amenazadas.
De acuerdo con la denuncia de una de las víctimas, Arturo Marrufo Alcocer la obligó a sostener relaciones íntimas en dos ocasiones, bajo las mismas advertencias del indiciado, quien junto con su compañero obligaba a las personas a mantenerse en dicha religión, por el miedo de ser embrujados o víctimas de algún daño.
Por tal motivo, y en virtud de existir el temor fundado de que estos sujetos evadan la acción de la justicia, la Fiscalía General del Estado solicitó su arraigo, el cual fue concedido por el Juez Octavo Penal, hasta por 30 días, por lo que esta misma tarde fueron remitidos al Centro Estatal de Arraigo, del complejo de Seguridad del Estado.
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