Los pescadores ribereños estamos viviendo tiempos difíciles porque a pesar de que hace unos meses se reanudó la pesca de la especie del mero al terminar la veda del mismo los volúmenes que hemos capturado en estos días no nos dan ni para comer ni para poder sacar los gastos para la familia, expresó José Acosta Azueta, mejor conocido en círculos pesqueros como "Chepe".El entrevistado dijo que lo dicho por la comisaría de Chelem Puerto, Maribel Valle Blanco con respecto a que la actividad está prácticamente muerta en dicho lugar es totalmente cierto porque cuando salen a la mar traen únicamente lo indispensable para dar de comer a sus familias.La situación está crítica, el mero no sale por ningún lado, no hay producto y al no haber este pues no hay ganancias, estamos sin lugar a dudas viviendo momentos difíciles, agregó.Por cada salida que realizamos nos gastamos como mínimo unos 400 a 500 pesos en gasolina, aceite, agua y comisa, además de los gastos por uso de material como redes y plomadas, entre otras necesidades. Cabe recordar que en la comisaría hay un promedio de unas cuatroscientas embarcaciones, donde todos los días se hacen a la mar los pescadores en busca del sustento de su familia, sin embargo hay pocos volúmenes de escama, la falta de circulante ha comenzado a resentirse, debido a que con el problema de la influenza mucha gente dejó de venir a pasar sus fines de semana a la comisaría y es que estamos en tiempo en el cual se genera la derrama económica en el puerto. Todavía quedan muchos problemas que tenemos que solucionar para irla pasando, por ejemplo, cuando menos unas 100 familias de Chelem y Chuburná están dedicadas a la captura de chivitas para subsistir y ahora estamos viviendo un mal momento en la pesca artesanal, además de la crisis mundial que vivimos”.Los pescadores de ribera que salen a la captura de especies de escama están retornado al puerto con muy bajos niveles de captura, pues con unos cuantos kilos de producto no se sufragan los gastos de salida de su lancha, lo que arroja como resultado que tengan pérdidas.Argumenta que para los pescadores y la gente ligada al sector pesquero la captura del róbalo y carito se ha convertido en la única esperanza.
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