En plena efervescencia por la inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, un total de 800 internos del Cereso de Mérida quedaron enlistados para tomar parte en la Olimpiada de la Nueva Era, justa deportiva organizada en dicho centro de rehabilitación, donde los participantes buscarán subirse al pódium, tras competir en 13 diferentes disciplinas deportivas.
La gobernadora Ivonne Ortega Pacheco encabezó la inauguración del evento y el desfile de las delegaciones que promueven los valores humanos, mismos que deberán practicar quienes tomen parte en la justa deportiva a concluir el 12 de agosto.
“Aunque sigo preso, sigo el cotorreo en las olimpiadas 2012 del Cereso”, cantaban los asistentes en la ceremonia con sede principal en la cancha de futbol del Cereso, donde imperó la emoción por parte de los atletas, familiares y amigos que transformaron el gris edificio de altos muros, en improvisada villa olímpica.
Acompañada del director del Cereso de Mérida, Francisco Brito Herrera, la mandataria reconoció el esfuerzo de los internos por promover eventos de este tipo, que han puesto a Yucatán como referente nacional en cuanto a estrategias para facilitar la rehabilitación de quienes aún tienen deudas con la sociedad.
Así, las miradas expectantes de los 800 deportistas se situaron en la réplica de la pirámide de Kukulcán. Con solemnidad y emoción, Carlos, un joven convicto se convirtió en un guerrero maya portador del fuego olímpico para encender el pebetero, enviando la señal esperada por los dos mil 300 internos del penal de Mérida, para el inicio de las hostilidades deportivas.
Ortega Pacheco, presenció el desfile de las 20 delegaciones y así, México simbolizó la esperanza, Ucrania la solidaridad, Alemania el perdón e Inglaterra la libertad.
Al igual que la fiesta deportiva con mayor relevancia mundial que hoy dio inicio en Londres, en el modesto campo de juegos del Centro de Readaptación Social de Mérida, no faltó el buen ánimo, las porras, el semblante positivo y la música, producto del talento del grupo de hip-hop “Delakana”, conformado por un joven interno y dos ex reos, que puso el toque rítmico, logrando que el público que los vio nacer en 2010 corearán el estribillo del tema de esta Olimpiada.
“Yo valoro mucho a las personas que están dispuestas a aprender y enmendar sus errores y que siempre buscan mantenerse ocupadas, activas y productivas bajo cualquier circunstancia y en cualquier escenario. Durante los casi cinco años que llevo como Gobernadora he atesorado valiosos recuerdos. Y muchos de ellos se los debo a ustedes”, dijo.
Al recordar los buenos resultados obtenidos en el pasado Mundialito 2010, así como las actividades artísticas impulsadas en los últimos años, el director del Cereso, Francisco Brito Herrera, subrayó la importancia de promover el deporte y difundir nuestra cultura.
Esta olimpiada, dijo, incluye un partido de juego de pelota maya o “Pok ta pok”, como parte de las disciplinas en las que pueden inscribirse los participantes de las 20 delegaciones.
“Reconozco el valioso trabajo para preparar a estas personas y darles herramientas que les permitan que al salir de estos muros los internos sean mejores personas y que lo que aquí aprendieron puedan compartirlo. Todos ya son campeones, por que los campeones creen en sí mismos”, destacó.
Antes de retirarse de la sede de estos juegos, Ortega Pacheco deseó éxito a los deportistas, que por 16 días tratarán de olvidar el motivo que los alejó de su casas, de enmendar la actitud que provocó su estadía en este sitio, lugar en cuyas paredes sobresale la frase que enmarca estas olimpiadas: “Cuando se tiene espíritu de atleta, se tiene ilusión por la vida”.
Con ese espíritu, los internos recrearon una ceremonia maya a manera de inauguración de esta justa, bailaron, cantaron y se unieron a la fiesta, que hizo olvidar los muros, las penas y sanciones, para dar paso a la libertad, los juegos, la competencia y dejar de lado la frialdad de las celdas.
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