Durante una reunión con mujeres progreseñas, el diputado federal Jorge Carlos Ramírez Marín destacó que es fundamental el papel de la mujer en el desarrollo presente y futuro de Yucatán y del país, pero no es cierto que su importancia tenga que ser al lado de un hombre.
-Hemos crecido con la frase de que “detrás de un gran hombre hay una gran mujer”, pero eso ya pasó a la historia, ha quedado como una referencia literaria. En Yucatán el 28 por ciento de los hogares son dirigidos por una mujer y el 40 por ciento de nuestra fuerza laboral está formado por mujeres. El problema es que ganan muchísimo menos que los hombres -indicó.
Previamente a su intervención, la ciudadana distinguida de Progeso 2011, la escritora Nilde Pérez de Palma, leyó un acróstico en honor del diputado Ramírez Marín.
Posteriormente, Ramírez Marín refirió que más de la mitad de las mujeres que trabajan ganan como máximo dos salarios mínimos, o sea cien pesos diarios; y sólo el seis por ciento ganan cinco salarios mínimos o más, pero estas, en una gran mayoría, trabajan en el Gobierno.
-Se hacen discursos maravillosos sobre la situación de las mujeres, pero no se hace mucho por remediar la situación. Donde un hombre gana diez mil pesos, una mujer gana seis mil, donde un gerente gana 30 mil una mujer gana 20 mil, ¿es esto justo? Por supuesto que no –añadió.
También indicó que mientras para el hombre entrar a trabajar es una garantía de ingresos, para una mujer es un riesgo adicional, pues se expone a discriminación, acoso, bajos ingresos y además atender el hogar o dejar a sus hijos encomendados.
-No se ha hecho nada. Faltan acciones, faltan obras que solucionen los problemas y si no hacemos grandes obras, entonces no podremos progresar y perderemos el tiempo poniendo parchecitos a la situación– enfatizó.
Puso como ejemplo a Progreso de cómo se les ve como una serie de problemas de pescadores, pero no se proyecta su imagen de manera integral.
-Se necesita educación superior, fuentes de empleo, visión a futuro. Aquí en Progreso podría instalarse generadores de energía eólica, pues hay empresas interesadas en ello. Es un extraordinario sitio que debe ser promovido turísticamente, ser un polo culinario, ubicado a poca distancia de Mérida, con una estupenda vía. No es un sueño, es algo que está dentro de lo posible, pero necesitamos trabajar para ello –dijo.
Recalcó que en el desarrollo económico de Yucatán en las mujeres hay un enorme activo que no podemos usar, porque no se ha hecho el trabajo principal, que es el de aumentar los ingresos de los yucatecos.
-Tenemos un problema de educación, porque no se vale que se tenga que mandar a los hijos a una escuela privada porque no se alcanzó lugar en una escuela pública. No se vale que una familia de pocos recursos deba ver qué sacrifica para que su hijo o hija siga estudiando. No es malo estudiar en escuelas privadas, si en realidad tienes dinero para ello, pero no si es a base de sacrificios.
Recordó que para las mujeres los hijos no pueden esperar, porque es la mujer quien se hace cargo de los hijos.
-En Yucatán necesitamos que haya certeza laboral, que se establezcan empresas. Necesitamos producir. La lucha es por lograr que la gente tenga dinero y respeto, que no haya más pobreza, porque eso genera inseguridad –sentenció.
Puso como ejemplo que mientras una maquiladora paga dos veces el salario mínimo, lo cual es muy bueno en nuestro medio, una empresa automotriz paga muchísimo más, pero no se pueden traer porque no tenemos trabajadores calificados.
Para ello es necesario resolver el problema de la educación, desde los primeros niveles y darle mayor impulso a los tecnológicos, para formar a los ingenieros que requieren las grandes empresas.
-Necesitamos darle empleo a esos maestros que hoy no tienen plazas, necesitamos formar a nuestros futuros ingenieros que construirán el Yucatán próspero del mañana. Tenemos talento, tenemos disposición, somos gente trabajadora, vivimos en una tierra con muchas ventajas. En nuestras manos está el labrar nuestro futuro –concluyó.
-Hemos crecido con la frase de que “detrás de un gran hombre hay una gran mujer”, pero eso ya pasó a la historia, ha quedado como una referencia literaria. En Yucatán el 28 por ciento de los hogares son dirigidos por una mujer y el 40 por ciento de nuestra fuerza laboral está formado por mujeres. El problema es que ganan muchísimo menos que los hombres -indicó.
Previamente a su intervención, la ciudadana distinguida de Progeso 2011, la escritora Nilde Pérez de Palma, leyó un acróstico en honor del diputado Ramírez Marín.
Posteriormente, Ramírez Marín refirió que más de la mitad de las mujeres que trabajan ganan como máximo dos salarios mínimos, o sea cien pesos diarios; y sólo el seis por ciento ganan cinco salarios mínimos o más, pero estas, en una gran mayoría, trabajan en el Gobierno.
-Se hacen discursos maravillosos sobre la situación de las mujeres, pero no se hace mucho por remediar la situación. Donde un hombre gana diez mil pesos, una mujer gana seis mil, donde un gerente gana 30 mil una mujer gana 20 mil, ¿es esto justo? Por supuesto que no –añadió.
También indicó que mientras para el hombre entrar a trabajar es una garantía de ingresos, para una mujer es un riesgo adicional, pues se expone a discriminación, acoso, bajos ingresos y además atender el hogar o dejar a sus hijos encomendados.
-No se ha hecho nada. Faltan acciones, faltan obras que solucionen los problemas y si no hacemos grandes obras, entonces no podremos progresar y perderemos el tiempo poniendo parchecitos a la situación– enfatizó.
Puso como ejemplo a Progreso de cómo se les ve como una serie de problemas de pescadores, pero no se proyecta su imagen de manera integral.
-Se necesita educación superior, fuentes de empleo, visión a futuro. Aquí en Progreso podría instalarse generadores de energía eólica, pues hay empresas interesadas en ello. Es un extraordinario sitio que debe ser promovido turísticamente, ser un polo culinario, ubicado a poca distancia de Mérida, con una estupenda vía. No es un sueño, es algo que está dentro de lo posible, pero necesitamos trabajar para ello –dijo.
Recalcó que en el desarrollo económico de Yucatán en las mujeres hay un enorme activo que no podemos usar, porque no se ha hecho el trabajo principal, que es el de aumentar los ingresos de los yucatecos.
-Tenemos un problema de educación, porque no se vale que se tenga que mandar a los hijos a una escuela privada porque no se alcanzó lugar en una escuela pública. No se vale que una familia de pocos recursos deba ver qué sacrifica para que su hijo o hija siga estudiando. No es malo estudiar en escuelas privadas, si en realidad tienes dinero para ello, pero no si es a base de sacrificios.
Recordó que para las mujeres los hijos no pueden esperar, porque es la mujer quien se hace cargo de los hijos.
-En Yucatán necesitamos que haya certeza laboral, que se establezcan empresas. Necesitamos producir. La lucha es por lograr que la gente tenga dinero y respeto, que no haya más pobreza, porque eso genera inseguridad –sentenció.
Puso como ejemplo que mientras una maquiladora paga dos veces el salario mínimo, lo cual es muy bueno en nuestro medio, una empresa automotriz paga muchísimo más, pero no se pueden traer porque no tenemos trabajadores calificados.
Para ello es necesario resolver el problema de la educación, desde los primeros niveles y darle mayor impulso a los tecnológicos, para formar a los ingenieros que requieren las grandes empresas.
-Necesitamos darle empleo a esos maestros que hoy no tienen plazas, necesitamos formar a nuestros futuros ingenieros que construirán el Yucatán próspero del mañana. Tenemos talento, tenemos disposición, somos gente trabajadora, vivimos en una tierra con muchas ventajas. En nuestras manos está el labrar nuestro futuro –concluyó.
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