Por Danilú Torres Figueroa Amigos lectores: Hace algunos años, escribí una historia junto con mi sobrino Erick Rosado Torres denominada “Añoranzas del muelle de Chicxulub Puerto”. A través de este medio, quiero compartirles esta historia, que espero que la disfruten. Les comento que algunos datos históricos fueron recabados con el apoyo de personas de esta comunidad que vivieron la época floreciente del movimiento marítimo en este puerto. AÑORANZAS DEL MUELLE DE CHICXULUB PUERTO Recuerdo que me construyeron a mediados del siglo pasado; era muy grande, fuerte y productivo. Me acuerdo de aquella bella época, cuando los barcos de la flota mosquito atracaban en mí y bajaban mercancías para el comercio. En esa época, me visitaban los trabajadores del Sindicato llamado “Librado Rivera”, que tenía su centro de trabajo en el local que se encuentra enfrenta de lo que fue el cine “Neptuno”, que en la actualidad funciona como un restaurante. Era una época floreciente; había trabajo de carga y descarga para la gente de aquel puerto de Yucatán, que se encuentra al oriente del Municipio de Progreso de Castro. El movimiento marítimo era constante y de beneficio para la comunidad. Años después, todo esto fue cambiando, porque un gigante de piedra fue construido en el vecino municipio. Una de las anécdotas que recuerdo mucho, es la del barco de nombre “Conil”, al momento de atracar, colisionó contra mi estructura. Esa parte de mí, quedó casi inservible, pero el “Conil”• tuvo que ser desmantelado. Pese a todo, permanecí muchos años siendo un lugar de reunión para las personas de la comunidad y de otros visitantes que provenían de otros puntos del Estado. Otra de las cosas que me acuerdo, es cuando los jóvenes, niños, chicos y grandes, acudían en aquellos días de verano, y se tiraban al mar; muchos en clavado, otros en panzazo, pero era una sana diversión. Por las tardes habían grupos de personas que se dedicaban a pescar; tiraban sus cordeles; sus “tarrayas” para capturar sardina que utilizarían como carnada. Fue una bella época, porque todos me visitaban, todos acudían a mí. Yo me sentía muy feliz. También me acuerdo que a un costado de mí, construyeron un pequeño muelle, le llamaban “el muellecito”, era mi compañero, mi amigo, pero con el tiempo y por las inclemencias del tiempo, también desapareció. Recuerdo que en el año 1988, cuando azotó en nuestra costa, el super huracán “Gilberto” que causó muchos destrozos, con sus fuertes vientos, destruyó una parte de mi estructura. Recuerdo que me quedé sin maderas y una parte de mi estructura quedó inservible. A pesar de todo, resultaba atractivo, ya que las personas seguían visitándome. Años después, empecé a sentirme viejo, el clima comenzó a cambiar; los nortes y el mal tiempo cada día fueron más fuertes; sin embargo, pese a todo, subsistí. Al poco tiempo, volví a sufrir los embates de otro huracán llamado “Isidoro” que acabó con gran parte de mí. Quedé completamente destruido, inservible, solo quedo en el recuerdo de aquellos que disfrutaron de mis estructuras. Poco después, las autoridades portuarias, utilizaron maquinaria pesada para desmantelar gran parte de mi vieja estructura. Ahora soy solo ruinas; sin embargo, algunas de mis maderas fueron rescatadas y transformadas en bancas, techos, y otras cosas útiles dentro de algunas casas. Añoro regresar en esa época, pero yo ya estoy viejo. Estoy a punto de desaparecer completamente. Sólo existe una pequeña parte de la entrada, con algunas maderas y fierros oxidados. Mis únicos amigos son las gaviotas, los pelicanos y algunas personas que acuden a visitarme de vez en cuando. Sueño con que algún día me reconstruyan para que yo vuelva a ser el gran muelle de Chicxulub Puerto, Yucatán. UN SUEÑO HECHO REALIDAD. Hoy esta historia de añoranza se convierte en una realidad, ya que un nuevo muelle le da un nuevo giro a nuestra comunidad. Una moderna estructura que se encuentra en su fase final para su próxima inauguración. Es por ello que como vecina de este puerto, quiero reconocer el esfuerzo, el trabajo y la visión de nuestras autoridades estatales y municipales, ya que sin su gestión no hubiera sido posible realizar esta obra Como ciudadana, quiero exhortan a la comunidad en general a cuidar y conservar este patrimonio. Procuremos conservar limpias las instalaciones del muelle. Evitemos que se cometan actos ilícitos que atenten contra esta infraestructura que es de todos y para todos; Apliquemos los valores de la Responsabilidad y el Respeto. Esta es una demanda de hace más de 20 años que hoy es un sueño hecho realidad. Hagamos conciencia.
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